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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Shemot 13-3

Nombres

Éxodo 2:11-25

Entonces miró alrededor y cuando vio que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena… Cuando Faraón se enteró del asunto, trató de matar a Moisés

(Éx. 2:12, 15a LBLA)

¿Es posible esconder el pecado?

Moshé tenía en su interior un fuerte deseo de ayudar a sus hermanos hebreos. Su identificación con ellos era más fuerte que la identificación con la casa real egipcia. Esto venía del Eterno, que le había creado para ser el libertador del pueblo de Israel. Sin embargo, no era el tiempo para la liberación del pueblo. Moshé hizo todo lo que podía en sus propias fuerzas juveniles para ayudar a su pueblo. Pero su intento fue todo un fracaso. En su ira mató a un egipcio. Ese no era el camino para liberar al pueblo. El pueblo de Israel no le reconoció como su libertador a pesar de que el Eterno le había llamado a serlo. La razón del fracaso fue porque el tiempo no había llegado y porque empleó sus propias fuerzas en lugar de colaborar con el Eterno.

Moshé tenía mucho que aprender. Su carácter no estaba preparado para aguantar las quejas del pueblo en el desierto. También tenía demasiada confianza en sí mismo. No había aprendido a caminar en el tiempo del Eterno ni hacer las cosas junto con él. Necesitaba muchos años de entrenamiento en el desierto para poder llegar a ser el libertador del pueblo de Israel.

Moshé pensó que podía cometer un asesinato sin que otros se enteraran de ello. Escondió el cadáver en la arena. ¿Se puede esconder el pecado? ¿Para cuánto tiempo?

A lo mejor es posible esconder muchos pecados a los ojos de los hombres, pero no a los ojos de Aquél que todo lo ve, hasta los motivos del corazón. Tarde o temprano tendrán que salir a la luz todas las cosas que los hombres han escondido y todas las obras que han cometido en la oscuridad. No hay nada oculto ante el Tribunal Celestial, delante del cual todos, absolutamente todos, un día tendrán que dar cuenta.

Además, para poder ser un personaje público reconocido por el pueblo, uno necesita vivir la vida privada como si fuera pública. Un líder aprobado por el cielo no puede andar escondiendo sus pecados. Tarde o temprano saldrán a luz. Y, efectivamente, el pecado de Moshé llegó a oídos del faraón y éste quiso matarlo.

“El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.” (Prov. 28:13 LBLA)

Que el Eterno nos ayude a no esconder nada delante de él, sino vivir en plena luz. Así sabremos por donde andar sin tropezar.

Que seas fuerte y bendecido,

Ketriel


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