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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


VaErá 14-7

Y me aparecí

Éxodo 9:17-35

Y Moisés le dijo: Tan pronto como yo salga de la ciudad, extenderé mis manos al SEÑOR; los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del SEÑOR. 

(Éx. 9:29 LBLA)

¿De quién es la tierra?

El Todopoderoso es el Creador de cielos y tierra. Esto significa que todo lo que existe es suyo. Toda la tierra es suya. El hombre sólo está puesto en la tierra para colaborar con el Eterno para cumplir el propósito con la creación. En el Salmo 115:16 está escrito: “Los cielos son los cielos del SEÑOR; pero la tierra la ha dado a los hijos de los hombres.” (LBLA) La tierra fue dada al hombre para que él la cuidara para el Eterno. Sin embargo la tierra sigue siendo del Eterno porque el hombre sólo es el encargado de cuidar la creación visible.

Como la tierra es del Eterno él tiene el derecho y la potestad para hacer de ella según su voluntad. Sin embargo, como la dejó bajo la autoridad del hombre tiene que respetar el derecho que el hombre tiene sobre la tierra. Por eso cuando él juzga la tierra con daños, es porque el hombre no está cumpliendo con su tarea de vivir una vida justa sobre la tierra. Si el hombre vive en pecado el Eterno daña la tierra como una medida de juicios sobre el hombre que vive de la tierra. Los juicios que vinieron sobre Egipto eran ataques directos sobre todos los dioses falsos de los egipcios (Éx. 12:12; Núm. 33:4). Los juicios del Eterno sobre la tierra de Egipto eran un resultado directo del pecado de idolatría de los egipcios y por haber oprimido a los hijos de Israel. Él Eterno tiene el derecho sobre su creación y cuando hace daño a la tierra lo hace por causa del hombre.

Por otro lado, el hombre no tiene el derecho de dañar la tierra. Tiene el derecho de sacar provecho de las riquezas que hay en la tierra pero no tiene el derecho de causar que el ecosistema sufra daños de sus actividades. Si el hombre causa daños a la naturaleza está pecando contra el Eterno por no cumplir su tarea de cuidar la tierra (Gén. 2:15). El que destruye la tierra será destruido por el Eterno (Rev. 11:18).

¿Dónde echas la basura? ¿Cómo cuidas materiales tóxicos que usas en la casa o en el trabajo? ¿Cómo cuidas tu cuerpo ante el frío, el sol, comidas con ingredientes dañinos y demás cosas? ¿Cómo utilizas el coche (automóvil)? ¿Estás pensando en vivir un estilo de vida que no haga daño al medioambiente?

Cada vez que veo una persona tirar un papel o un plástico al suelo me entristezco. Cada vez que veo que alguien tiene el coche (automóvil) encendido estando parado más de dos minutos me entristezco. Cada vez que veo que las personas dejan las luces encendidas en habitaciones que no necesitan estar alumbradas me entristezco. Cada vez que veo un producto pequeño con un embalaje innecesariamente grande y con materiales innecesarios me entristezco. Cada vez que veo que alguien tira comida a la basura me entristezco. Cada vez que veo a alguien malgastando agua u otras cosas o tirando lo que puede ser útil o reciclable, me entristezco. ¿Por qué? Porque los que hacen esto no están cuidando la tierra. No están haciendo la voluntad del Eterno. Están dañando su creación. No están pensando en las generaciones futuras. No piensan en el sistema global ecológico. Egoístamente sólo piensan en sí y en el ahora. No piensan en los demás ni en el futuro.

          Dañar la tierra es de los impíos. Cuidar la creación es de los justos.

          La próxima vez, ¡utiliza la papelera!

          Ketriel