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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Yitró 17-6

Yitró

Éxodo 19:20 – 20:17 (v. 14 heb.)

Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.

(Éx. 20:11 LBLA)

¿Por qué hay que acordarse del shabat?

Cuando el Eterno habló las diez palabras audiblemente desde el monte, dijo que los hijo de Israel deberían acordarse del shabat para santificarlo y no hacer ninguna obra creativa. La razón es que el Eterno mismo hizo toda la obra de la creación en seis días y cesó de sus actividades creativas en el séptimo día. El Eterno, por tanto, es el ejemplo a seguir para acordarse y guardar el shabat.

Todos los hijos del Eterno están obligados a descansar en shabat, que es el séptimo día de la semana, no otro día.

El domingo fue introducido como día de descanso por el sistema constantiniano basado en el culto de la adoración al sol. El cristianismo ha adaptado ese sistema como parte de su fundamento. Sin embargo el Eterno no cambia sus leyes y no se puede decir que el domingo es el shabat. El mandamiento de descansar el séptimo día sigue vigente hoy y seguirá vigente hasta que pasen los cielos y la tierra (Mat. 5:17-19).

El que se acuerda del shabat está reconociendo que el Eterno es el Señor sobre la creación y sobre el tiempo. El que no guarda el shabat no respeta la autoridad del Creador sobre la creación y no le está imitando en su vida personal. El que se acuerda del shabat para separarla de los demás días de la semana será santificado y recibirá aquella bendición que está reservada sólo para ese día.

El shabat fue dado al ser humano para poder dedicarse al Eterno de una manera especial y es un medio para poder desarrollar la intimidad con Él, como está escrito en Isaías 58:13-14: “Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en el SEÑOR, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca del SEÑOR ha hablado.” (LBLA)

Que el Eterno nos dé gracia para que todos podamos entrar en el reposo del shabat y así conocerle de manera más íntima.

          Que puedas profundizar tu relación con tu Padre celestial durante este próximo shabat,

          Ketriel