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Metsorá 28-2 El que tiene tsaráat Levítico 14:13-20 Entonces el sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que ha de ser purificado, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho… y lo que quede del aceite que está en la mano del sacerdote, lo pondrá sobre la cabeza del que ha de ser purificado. Así el sacerdote hará expiación por él delante del SEÑOR. (Lev. 14:14, 18 LBLA) ¿Qué relación hay entre el ministerio sacerdotal y la purificación del metsorá? En esta aliyá hay una similitud entre la purificación del metsorá y la consagración de un sacerdote. En Éxodo 29:20-21 está escrito: “Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, y sobre el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, y rociarás el resto de la sangre en el altar por todos los lados. Después tomarás de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la unción, y lo rociarás sobre Aarón y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos y sobre las vestiduras de sus hijos; y quedarán consagrados él y sus vestiduras, y también sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él.” (LBLA) La similitud entre estos dos textos nos enseña que después de ser resucitado, Yeshúa fue purificado e instalado en su ministerio sacerdotal en el cielo. Esto concuerda también con la visión del profeta, como está escrito en Zacarías 3: “Entonces me mostró al sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del SEÑOR; y Satanás estaba a su derecha para acusarlo. Y el ángel del SEÑOR dijo a Satanás: El SEÑOR te reprenda, Satanás. Repréndate el SEÑOR que ha escogido a Jerusalén. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego? Y Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala. Después dijo: Que le pongan un turbante limpio en la cabeza. Y le pusieron un turbante limpio en la cabeza y le vistieron con ropas de gala ; y el ángel del SEÑOR estaba allí. Entonces el ángel del SEÑOR amonestó a Josué, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Si andas en mis caminos, y si guardas mis ordenanzas, también tú gobernarás mi casa; además tendrás a tu cargo mis atrios y te daré libre acceso entre éstos que están aquí . "Escucha ahora, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan ante ti, que son hombres de presagio, pues he aquí, yo voy a traer a mi siervo, el Renuevo. "Porque he aquí la piedra que he puesto delante de Josué, sobre esta única piedra hay siete ojos. He aquí, yo grabaré una inscripción en ella"--declara el SEÑOR de los ejércitos-- "y quitaré la iniquidad de esta tierra en un solo día. "Aquel día"--declara el SEÑOR de los ejércitos-- "convidaréis cada uno a su prójimo bajo su parra y bajo su higuera."” (LBLA) ¡Qué grande es el misterio mesiánico! Ketriel |