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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Ajarei mot 29-7

Después de morir

Levítico 18:22-30

No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación. "No te ayuntarás con ningún animal, contaminándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para ayuntarse con él; es una perversión. "No os contaminéis con ninguna de estas cosas, porque por todas estas cosas se han contaminado las naciones que voy a echar de delante de vosotros. "Porque esta tierra se ha corrompido, por tanto, he castigado su iniquidad sobre ella, y la tierra ha vomitado a sus moradores.

(Lev. 18:22-25 LBLA)

 

¿Sobre quién aplican las prohibiciones sexuales?

Las relaciones sexuales prohibidas no lo son solamente para el pueblo de Israel sino también para todos los hijos de Noaj. Dentro del mandamiento dado a los hijos de Noaj de no cometer adulterio también están incluidos todas las relaciones sexuales fuera de un pacto matrimonial entre hombre y mujer registrado ante las autoridades competentes.

Los hijos de Noaj que vivían en la tierra de Kenáan antes de ser expulsados habían practicado el sexo libre entre mujeres, hombres y animales. Además habían dado sus hijos como sacrificio a sus dioses, lo cual puede ser comparado con el aborto provocado hoy en día. Estos pueblos fueron exterminados y expulsados no sólo por haber practicado esos pecados libremente sino especialmente por haberlos practicado en la tierra santa.

Practicar la homosexualidad es una abominación. Sin embargo si una persona tiene deseos sexuales hacia su propio sexo no comete pecado si los resiste y los suprime. Soltar el deseo y llevarlo a la práctica es lo que produce pecado y causa el juicio del Eterno.

El Eterno tiene suficiente poder, amor y disposición para ayudar a todo el que desea ser liberado del la homosexualidad, como está escrito en 1 Corintios 6:9-11: “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Yeshúa el Mesías y en el Espíritu de nuestro Dios.” (LBLA revisado)

¡Bendito sea el Eterno por sus normas justas y poder salvador!

Ketriel