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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Kedoshim 30-6

Consagrados

Levítico 20:8-22

Guardad, por tanto, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y cumplidlos, a fin de que no os vomite la tierra a la cual os llevo para morar en ella.

(Lev. 20:22 LBLA)

¿Puede el pecado afectar la naturaleza?

Cuando el hombre obedece los mandamientos que recibió del Creador no sólo reflejará el carácter del Eterno sino también todo su ser y su contorno serán afectados por poderes fuertes positivos que producen una armonía total. Esto incluye también la naturaleza. Cuando el hombre obedece los mandamientos los pájaros se encuentran bien, los peces disfrutan, las flores relucen y los árboles dan palmas. El estilo de vida del hombre afecta incluso las nubes en el cielo, los rayos del sol, la velocidad de la luna y el magnetismo de la tierra. Toda la creación depende de si el hombre obedece los mandamientos o no.

En Oseas 4:1-3 está escrito: “Escuchad la palabra del SEÑOR, hijos de Israel, porque el SEÑOR tiene querella contra los habitantes de la tierra, pues no hay fidelidad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Sólo hay perjurio, mentira, asesinato, robo y adulterio. Emplean la violencia, y homicidios tras homicidios se suceden. Por eso la tierra está de luto, y languidece todo morador en ella junto con las bestias del campo y las aves del cielo; aun los peces del mar desaparecen.” (LBLA)

La tierra de Israel está separada por el Eterno para un propósito específico. Los que moran allí está obligados a obedecer más que todos los hombres de la faz de la tierra. Como es la tierra del Eterno el pecado contra él trae consecuencias mucho más graves en relación con la tierra. La tierra podrá vomitar a sus habitantes si no obedecen los mandamientos del Eterno. Pecar en Israel es mucho peor que pecar en España. Pecar en Jerusalén es mucho peor que pecar en Eilat. Los profetas muestran que cuando el pecado de Yerushalayim llegue a cierta medida todo el pueblo tendrá que ir al destierro.

No fue el pecado de los babilonios y los romanos que causaron la destrucción de los dos templos. Fue el Eterno que les dio poder para hacerlo porque los pecadores de Sión no se arrepintieron. No es el pecado de los musulmanes que hace que hay guerras en Israel hayan causado millares de muertos y causarán cientos de miles de muertos en los enfrentamientos futuros. Es el Santo de Israel que cumple sus amenazas cuando su pueblo no cumple Sus mandamientos.

La obediencia trae paz y vida. La desobediencia trae guerras y muerte.

Nosotros escogemos.

Ketriel