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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Shelaj Lejá 37-6

Envía para ti

Números 15:17-26

Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando entréis en la tierra adonde os llevo 

(Núm. 15:18 LBLA)

¿Cómo se puede mantener la esperanza?

Después de la sentencia de los cuarenta años en el desierto era fácil para el pueblo perder la perspectiva de la meta. La tierra estaba más lejos que nunca y la realidad diaria de la vida en el desierto hablaba por sí misma. ¿Será que nunca lleguemos a la tierra? ¿Será que el Eterno nos extermine a todos aquí?

El Eterno empezó a hablar de lo que iba a pasar en la tierra prometida justo después de dictar la sentencia sobre la generación rebelde (15:1-2). ¡Qué bueno es el Eterno! En los momentos más difíciles para el pueblo confirmó la visión y fortaleció la esperanza. No les dice: “Si entráis en la tierra”, sino “Cuando entréis…” dando a entender que no cabe la mínima duda de que lograrán llegar a la meta.

La Torá es la que gobierna sobre el mundo entero. Lo que leemos cada semana en la Torá refleja lo que pasa en el mundo. Durante estas últimas semanas hemos leído sobre murmuraciones, rebeldías, desánimo de los líderes, juicios y grandes derrotas. Pero también hemos leído sobre la manifestación de la gloria del Eterno, carne para comer en el desierto, multiplicación del espíritu de profecía, perdón del pecado de todo el pueblo, sanidad para una enfermedad incurable, la revelación del nombre del Mesías y la certeza de que la tierra prometida es muy buena y últimamente la afirmación repetida del hecho de que lograrán ver las promesas cumplidas.

Querido discípulo del Mesías, si últimamente has vivido tiempos de profunda crisis, si has sido cuestionado como líder, si has sido tentado a ser rebelde, si has dudado de los superiores, si te has cansado de la comida, si has sentido envidia y deseos de ser reconocido, si te has desanimado y tenido ganas de morir, si tus metas y visiones han sido pospuestas para más adelante, es porque estás viviendo la Torá y experimentando lo mismo que lo que está escrito en el Libro que dirige todo el mundo.

No dejes de ver lo positivo en medio de esas luchas. Humíllate como Moshé, habla como Calev y Yehoshúa. No te fijes en lo que hay ahora, mira hacia el futuro con esperanza del cumplimiento de las promesas divinas. Toda la tierra será llenada de la gloria del Eterno como las aguas cubren el mar. Ese es nuestro futuro.

¡Baruj HaShem!

Bendiciones,

Ketriel