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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Koraj 38-2

Afeitado

Números 16:14-19

Moisés se enojó mucho y dijo al SEÑOR: ¡No aceptes su ofrenda! 

(Núm. 16:15a LBLA)

¿La ofrenda de quién será bien recibida?

El conflicto con Kóraj y sus seguidores tenía que ver con autoridad. ¿Quién manda? El texto hebreo del versículo 3 dice que se levantaron sobre – al,על  – Moshé y sobre – al,על  – Aharón. Su actitud fue de rebeldía y de auto exaltación. En lugar de someterse a los que el Eterno había designado, se exaltaron y en sus mentes se colocaron en una posición sobre los líderes, cuestionando sus motivos y culpándoles por no haber cumplido sus promesas cuando ellos mismo eran los que causaron una sentencia desfavorable en el tribunal celestial. No fue Moshé que había fallado, sino ellos, por no confiar en el Eterno.

Cuando Moshé rabenu se enojó por lo que dijeron no les amenazó de vuelta, ni habló palabra alguna en contra de ellos. Pudo dominar su carácter en medio de la ira y en ese momento crítico volverse hacia el Eterno. Fue lo mejor que podía hacer.

Pidió que el Eterno no aceptara su ofrenda, que iban a presentar el día siguiente, para así mostrar que no habían sido escogidos como sacerdotes y que el camino al poder no es el resultado de haber empujado a otros. Si Kóraj y sus seguidores hubieran sido aceptados como sacerdotes en lugar de o junto con Moshé y Aharón, hubiera sido un desastre para el pueblo. Un liderazgo lleno de envidias, rivalidades, críticas, mentiras, rebeldía y auto exaltación llevaría el pueblo a la ruina. Con otras palabras Moshé estaba pidiendo: “¡Libéranos de un liderazgo semejante!”

Moshé pidió que el Eterno no aceptara su ofrenda porque su actitud no era correcta. El que se acerca al Eterno no puede hacerlo con esa altivez de espíritu sino con temor y temblor. Si el Eterno hubiera aceptado la ofrenda de los rebeldes estaría dando aprobación a su rebeldía. Con el Eterno no se puede burlar. Si uno se acerca a él tiene que estar dispuesto a someterse a los dictámenes suyos y no decirle lo que él tiene que hacer. La oración de Moshé estaba en línea con la justicia del Eterno. El no puede aceptar la ofrenda de los necios.

En Eclesiastés 5:1 está escrito: “Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.” (LBLA) Si uno se acerca al Eterno para sacrificar solamente, sin querer escuchar en el sentido de obedecer, es un necio.

En el Salmo 66:18 está escrito: “Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no me escuchará.” (LBLA)

Querido discípulo del Mesías, guárdate mucho de levantarte por encima de los líderes que el Eterno ha puesto. No tienes que estar de acuerdo con todo lo que hacen y dicen, pero eso no te da el derecho a levantarte por encima de ellos. Haz como Moshé cuando veas injusticias, habla con el Eterno y ruégale que haga justicia. No tomes la justicia en tus propias manos. No hables en contra ni de los líderes que consideras que están en un error, ni hables en contra de los que se levantan por encima de tu liderazgo. Habla con el Eterno y deja que él juzgue. El es el que pone y él es el que quita el liderazgo.

No procures sacar beneficio del Eterno por medio de presentar ofrendas ante él. Eso es peligroso. Si practicas la fornicación, la mentira o retienes el diezmo, no pidas sanidad para tu cuerpo o bendición para tu economía. No presentes ofrendas para ser aceptado o premiado. Arregla tus cuentas con él y sométete a sus órdenes. Así recibirás la aprobación del Eterno y de los hombres que le conocen. El que se exalta será humillado y el que se humilla será exaltado.

Bendiciones,

Ketriel