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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Jukat 39-1

El estatuto de

Números 19:1-17

Cualquiera que toque un cadáver, el cuerpo de un hombre que ha muerto, y no se purifique a sí mismo, contamina el tabernáculo del SEÑOR; y esa persona será cortada de Israel. Será inmundo porque el agua para la impureza no se roció sobre él; su impureza aún permanece sobre él. 

(Núm. 19:13 LBLA)

¿Existe alguna novilla alazana hoy en día?

El Santo de Israel es un ser vivo. Lo fundamental de la fe verdadera, la fe judía, es que estamos sirviendo un Elokim (Dios) vivo. Los dioses paganos son todos muertos, pero nosotros servimos a un Ser vivo, que ve, siente, oye, piensa, habla, actúa y sostiene todo lo que existe. Ese Ser vivo es la fuente de la vida. La muerte es el resultado de la separación de Él. La muerte es lo contrario de la vida y la vida está en el Eterno que vive para siempre y da vida a todo lo que vive.

La muerte y la vida no pueden coexistir. Por lo tanto si un hombre vivo toca un cadáver de un hombre se contamina de manera ritual-física por ese contacto con la muerte y en ese estado no podrá venir físicamente ante el Eterno en el sentido de entrar en el tabernáculo terrenal. Por lo tanto, el Eterno instituyó un medio de purificación de ese contacto con la muerte para que el hombre pueda entrar en el tabernáculo terrenal después de haber sido contaminado. Esa purificación duraba siete días y era la única manera de obtener el derecho a entrar en la presencia física del Santo.

Como el cuerpo del hombre fue sacado del polvo, el Eterno constituyó el polvo, las cenizas de una vaca roja, como medio para purificarlo.

El Instituto del Templo está haciendo los preparativos para la edificación del tercer templo, www.templeinstitute.org. En la primavera de 2010 el R. Chaim Richman reconoció en una entrevista que ya tienen por lo menos una vaca roja (novilla alazana) kasher (kosher) para poder iniciar el servicio del templo, http://vanshardware.com/2010/03/the-temple-institute-the-red-heifer-is-ready-for-the-third-temple/.

A lo largo de la historia se han preparado nueve vacas rojas para el agua de la purificación y esta sería la décima. El Eterno ha hecho nacer una vaca roja en los momentos cuando han sido necesarios para esta ceremonia. La vaca roja que hoy existe en Israel es una señal de que el tiempo está cerca para la construcción del tercer templo.

Shavua tov,

Ketriel