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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Ekev 46-5

Consecuencia

Deuteronomio 10:12-22

Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?

(Deut. 10:12-13 LBLA)

¿Qué requiere de nosotros el Eterno?

En la oración del Shemá (Deut 6:4-5) el Eterno destaca el amor como lo más importante para el hombre. Pero en este texto viene el temor al Eterno como lo primero. ¿Cómo vamos a entender esto? ¿Qué es más importante, el amor o el temor?

Si eres padre ¿qué es lo que más aprecias de tus hijos, que te respeten o que te amen? Las dos cosas son necesarias pero según mi juicio el amor es lo más importante. Entonces tenemos que entender este texto a la luz del Shemá. Podemos entenderlo de manera que el temor al Eterno es el primer paso para llegar a amarle con todo el corazón guardando sus mandamientos y sus estatutos.

El temor tiene dos niveles. El primer nivel es el que teme el castigo por el pecado y el segundo nivel es el que muestra reverencia. El que crece en la obediencia que se basa en el amor va a pasar más y más del primer nivel al segundo, del nivel del temor al castigo al nivel de la reverencia.

El temor al Eterno lleva al hombre a una conducta correcta. El amor al Eterno lleva al hombre a servirle y guardar sus mandamientos y estatutos.

Eclesiastés 12:13 está escrito no solamente para el judío sino para todos los hombres: “La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona.” (LBLA)

Guarda los mandamientos con motivos correctos y te irá bien en esta vida y en la vida venidera.

Kol tuv,

Ketriel