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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Nitsavim 51-4

Estáis de pie

Deuteronomio 30:1-6

Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes en todas las naciones adonde el SEÑOR tu Dios te haya desterrado, y vuelvas al SEÑOR tu Dios, tú y tus hijos, y le obedezcas con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, entonces el SEÑOR tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado.

(Deut. 30:1-3 LBLA)

¿Cuál es el propósito de la maldición?

La maldición viene sobre el pecador con varios propósitos. El primero es que el Eterno así muestra su justicia al condenar una conducta pecaminosa. Si él no hubiera castigado al pecador no sería justo y mostraría que está tolerando el pecado lo cual iría en contra de él mismo.

Otra razón por la que el Eterno deja caer la maldición sobre el pecador es que él tiene que cumplir su palabra. Como ha prometido el castigo si el hombre le desobedece, tiene que ser fiel a sus promesas. Si no hubiera castigado al hombre por su pecado no sería fiel a su palabra y esto iría en contra de él mismo.

También vemos en este texto un propósito muy hermoso de las maldiciones, crear arrepentimiento en el pecador. Aprendemos de este pasaje que la maldición puede producir una de las cosas más agradables para el Eterno que existen, un profundo deseo del hombre de volver a tener una relación íntima con su Padre celestial. Al apartarse de él vino todas las maldiciones y así el hombre se da cuenta de que no hay vida fuera del Eterno y por eso es mejor volverse a él y vivir para él amándole y cumpliendo sus mandamientos.

La palabra hebrea para arrepentimiento es teshuvá –תשובה  – cuya raíz significa volver, pero también significa hacer algo otra vez. Al volverse al Eterno en arrepentimiento significa por lo tanto que uno también regresa a algo que uno tenía antes.

Entonces uno que ha nacido en una cultura pagana lejana del Eterno y luego se arrepiente de su pecado y vuelve hacia el Eterno ¿encontrará al Eterno por primera vez o ya ha estado en contacto con él?

El significado de la palabra teshuvá nos enseña que todos los niños que son formados en el vientre de su madre ha experimentado una íntima relación con su Creador, no importa si sus padres eran grandes pecadores y enemigos del Eterno. En el momento de la concepción el Eterno sopla de su Espíritu y crea una vida nueva que está en contacto espiritual con él. Cuando ese niño va creciendo y peca por primera vez, pierde ese contacto espiritual con su Padre celestial y así tendrá que nacer de nuevo para tener esa intimidad espiritual con él otra vez, tendrá que hacer teshuvá – vuelta a su amado Padre celestial, que le está esperando todo el tiempo.

Así que no hay nada malo que no puede ser utilizado para producir el bien.

¡Bendito sea el Eterno que ha creado las maldiciones para hacer volver a los pecadores a la vida!

Ketriel



 

 

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