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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Haazinu 53-7

Escuchad

Deuteronomio 32:44-52

Por tanto, sólo de lejos verás la tierra, pero allí no entrarás, a la tierra que doy a los hijos de Israel. 

(Deut. 32:52 LBLA)

¿Para qué Moshé no pudo entrar en la tierra?

Moshé imploró tanto a HaShem que le quitara la sentencia y le dejara entrar en la tierra. Pero HaShem dijo que no. ¿Cuál fue el motivo del Eterno para no permitir que Moshé cruzara un pequeño río para pisar la tierra prometida? El motivo no fue solamente enseñar la gravedad de los pecados de los líderes. No fue solamente mostrar la firmeza en sus decisiones. Hay un motivo mucho más importante detrás de esa decisión. ¿Cuál es?

El gran profeta Moshé, el que transmitió la Torá al mundo, el que hizo grandes milagros y habló con el Eterno cara a cara. Este hombre, que había alcanzado el mayor nivel de santidad que un hombre puede tener, no tenía suficientes méritos ni para pasar él mismo, ni para hacer pasar el pueblo a la tierra prometida.

Sólo un hombre podía hacer que el pueblo pasara, su nombre fue Yehoshúa. La forma abreviada de ese nombre es Yeshúa. Esto nos enseña que la obra de Moshé no fue completa. La Torá de Moshé no es suficiente para que el hombre pueda pasar de la muerte a la vida. Ni Moshé mismo pudo pasar a la tierra por causa de sus pecados. Sólo uno puede llevarnos al olam habá, el siglo venidero. Su nombre es Yeshúa. Por medio de Moshé, HaShem designó a Yehoshúa como el que iba a ser el líder para hacer pasar el pueblo de un mundo a otro. Por lo tanto, el que hace caso a Moshé sigue a Yeshúa y tendrá la entrada asegurada en el mundo venidero, como está escrito en Juan 11:25: “Yeshúa le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá”

Shabat shalom,  

Ketriel



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