Mana diarioParasháDonaciónDoctrina Trinidad

 

El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Vayetsé 7-4

Y salió

Génesis 30:14-27

Entonces Dios se acordó de Raquel; y Dios la escuchó y le concedió hijos.

(Gén. 30:22 LBLA)

 

¿Las mandrágoras hicieron efecto o no?

Las mandrágoras – en hebreo dudaim דודאים  – fueron consideradas efectivas para aumentar la fertilidad. Cuando Rajel vio que el hijo primogénito de Leá le había entregado mandrágoras, las pidió para ella a cambio de una noche con Yaakov. Pensaba que tal vez podían ayudarle a adquirir la fertilidad y tener hijos.

Pero vemos que la Torá no dice que las mandrágoras hicieron efecto en Rajel. Aunque la Torá no siempre presenta los eventos de forma sucesiva, parece que en este caso pasó un tiempo entre el evento de las mandrágoras hasta que Rajel fue sanada de su esterilidad.

¿Las mandrágoras hicieron efecto o no?

No, no lo hicieron. La Torá no dice que gracias a las mandrágoras Rajel fue sanada, sino gracias a que el Eterno se acordó de ella y le escuchó.

¿Puede el Eterno olvidar para que tenga que acordarse de alguien? No, es un dicho del texto sagrado que nos enseña que hay momentos cuando el Eterno, que está fuera de toda creación, considera, visita e interviene de una manera personal en la vida de un ser humano.

El Eterno había estado quieto en cuanto a Rajel durante años. Ella había clamado mucho tiempo sin obtener una respuesta. El Eterno optó por esperar porque tenía un propósito. Si el Eterno se calla es porque tiene un plan.

No es bueno que una persona siempre reciba en seguida lo que pide. Es bueno que los padres enseñen a sus hijos a no recibir todo lo que ellos deseen. Es bueno que los hijos aprendan esperar ciertas cosas, porque muchos tipos de espera producen algo positivo en el alma. La cultura moderna de lo inmediato e instantáneo crea caracteres sin paciencia y sin fuerza interior para aguantar.

Yaakov estuvo siete años trabajando antes de poder casarse con la que amaba. No quiso casarse primero y luego trabajar, sino aguantó los siete años de espera para conseguir lo que su corazón pedía. Él es un ejemplo de un carácter aprobado que trabaja con paciencia para lograr metas a largo plazo. Una persona inmadura no puede esperar, sino prefiere obtener un beneficio a corto plazo aunque sea menor que un beneficio a largo plazo. Una persona madura sabe negarse de un beneficio a corto o medio plazo para poder obtener un beneficio mayor a largo plazo.

HaShem quiso producir algo en el carácter de Rajel y por eso le hizo esperar. Pero finalmente se acordó de ella y escuchó sus oraciones, clamores y lágrimas, que estaban guardadas en el cielo hasta el momento oportuno.

No creas que el silencio del Eterno es porque el Eterno no escucha tus oraciones. Si hay silencio hay un propósito con ello. El Eterno está más interesado en formar tu carácter que darte lo que le estás pidiendo. Es cierto que el plan del Eterno era dar hijos a Rajel, pero había áreas en su manera de ser que necesitaban ser pulidas y por eso el Eterno optó por esperar con la respuesta para cambiar su forma de ser antes de darle hijos. Porque lo que ella iba a aportar de sí misma en sus hijos era más valiosa para el Eterno con el resultado de un tiempo de silencio desde el Cielo.

          Que el Eterno te conceda las peticiones de tu corazón en su tiempo y a su manera,

          Ketriel