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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


VaYigash 11-2

Y se acercó

Génesis 44:31 – 45:7

Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros. 

(Gén. 45:5 LBLA)

¿Quién entiende los propósitos que están más allá de lo inmediato?

A pesar de haber vendido a Yosef con envidia y odio algo positivo pudo salir de ello. El Todopoderoso utilizó la maldad de los hermanos para cumplir sus propósitos. El conocimiento del Eterno es infinito y él sabe todas las cosas que van a pasar y puede aprovecharse de las decisiones que toman los hombres, aunque sean malas, para que su plan de redención se llegue a cabo. Esto lo había entendido Yosef y optó por fijarse en el Todopoderoso y su grandeza y sus planes en lugar de fijarse en la maldad de los hombres. Y ahora anima a sus hermanos a hacer lo mismo.

Es más fácil perdonar a los demás que perdonarse a sí mismo. Los hermanos habían estado sintiendo el remordimiento de sus conciencias durante muchos años y ahora cuando estaban delante de Yosef tenían muchísima vergüenza y culpabilidad. Yosef les ayuda a aliviar esa carga señalando hacia los propósitos divinos de lo que había pasado y no en la parte negativa.

Yosef ayudó a sus hermanos a hacer lo mismo que él mismo había aprendido en la escuela del sufrimiento, levantar su mirada y ver más allá de lo inmediato, y así no sólo les salvó del hambre sino también les ayudó a salvar sus almas de la destrucción eterna por medio del perdón de sus pecados.

Querido discípulo del Mesías, no te lamentes ni por los errores de los demás ni por los errores de ti mismo. Perdona a los demás y perdónate a ti mismo. Levanta tus ojos y busca los propósitos divinos de lo que está pasando. No hay nada demasiado negativo que pueda pasar en esta vida que el Eterno no pueda cambiar para algo positivo si nos arrepentimos de lo malo que hemos hecho. Deja que él tome control y haga de tu vida lo que él quiere y así tú también podrás ser un canal de salvación para muchas personas.

La vida de Yosef es un reflejo profético de la vida del Mesías hijo de Yosef. Él tenía que morir para salvar muchas almas de la muerte eterna. Deja de pensar de una vez que los judíos mataron al Mesías. Eso fue parte del propósito divino para la salvación del mundo. Gracias a su muerte y resurrección hay resurrección para todos los que confían en el Eterno.

          Que el Eterno nos dé gracia para poder elevar nuestra mirada y ver las cosas en una perspectiva más amplia,

          Ketriel