¿Quién está abierto para seguir al Eterno en lo que sale de lo común?
Efrayim fue puesto sobre su hermano mayor por orden del cielo. Israel sabía muy bien lo que hacía al cruzar sus brazos. Fue dirigido por el Espíritu del Eterno a hacer lo que hacía. La mano derecha fue puesta sobre él que no solamente iba a recibir una doble porción de terreno en la tierra prometida, sino también se iba a convertir en la principal tribu de las diez que compondrían el reino del norte después de la división de la nación (1 Rey. 11).
De esa manera Efrayim llegó a tener un papel muy importante en Israel. Las dos tribus más importantes son Yehudá y Efrayim. Alrededor de estas dos tribus giran todo el plan de salvación que tiene el Eterno para el mundo. Aunque la salvación venga de los judíos (Juan 4:22) Efrayim juega un papel muy importante en el proyecto de redención del mundo perdido. En el maná de mañana hablaremos más sobre este tema.
Hoy vamos a pararnos a pensar otra vez en la verdad de que la dirección del Espíritu del Eterno va por encima del orden natural. Lo más lógico hubiera sido que Menashé recibiera la primogenitura y por eso la mano derecha debería haber sido puesto sobre él. Pero el Eterno quiso cambiar el orden de lo natural para algo sobrenatural.
Es muy fácil seguir el rumbo natural de las cosas y hacer lo que siempre se ha hecho o lo que hemos aprendido que se debe hacer. Sin embargo, cuando el Espíritu del Creador está en acción es muy posible que las cosas cambien de vez en cuando. Por esto hay que estar abiertos espiritualmente para toda clase de cambios en lo que debería ser normal. Cuando uno camina con el Eterno debe estar preparado para cualquier sorpresa que sale de lo común.