En segundo lugar, el sacrificio de Pesaj está hablando de la muerte del Cordero del Todopoderoso, el Mesías sufriente, hijo de Yosef. El paralelismo entre una cosa y otra es muy claro y al estudiar las leyes de Pesaj podemos conocer la profundidad del sacrificio del Mesías y sus consecuencias.
Quiero tocar un punto aquí. La Torá regula que ningún incircunciso en la carne podrá comer de un cordero sacrificado en el templo como Pesaj. Pesaj se refiere al mismo cordero. Si un no judío desea comer del cordero, tendrá que hacerse judío primero, junto con toda su familia. Esta es la ley del Eterno para el sacrificio de Pesaj. Esto nos enseña que la puerta está abierta para cualquier gentil para hacerse judío, si tiene ese deseo. Un no judío no tiene el derecho de comer de un cordero sacrificado como Pesaj. ¿Por qué? Porque hay un mensaje muy importante en esto.
Como hemos dicho antes, hay un simbolismo muy profundo en esta celebración. Por un lado habla de la primera redención, de Egipto. Pero también habla proféticamente de la segunda redención, la del Mesías, que está dividida en dos eventos con 2000 años de lapso de tiempo entre ellos. Cuando el Mesías fue sacrificado y levantado de entre los muertos, se creó la base jurídica para la redención final. Todavía no hemos visto la segunda redención, la final, porque el Mesías no ha sido revelado en gloria para liberar a su pueblo de la esclavitud del pecado. Pero hay una posibilidad de obtener y experimentar una primicia de la gran redención futura que estamos esperando. Por medio de las leyes de Pesaj la Torá nos muestra quién podrá ser parte de la última redención.
Me explico, tenemos un cordero de Pesaj sacrificado en el templo en Yerushalayim. De la misma manera tenemos un Cordero de Pesaj que fue sacrificado en el monte de los olivos fuera de Yerushalayim hace casi dos mil años. Luego tenemos la obligación para los circuncisos de comer del cordero de Pesaj. El que no come del cordero, pudiendo hacerlo, será cortado de su pueblo y tendrá que llevar su pecado (Núm. 9:13). También tenemos la obligación de tener la circuncisión en la carne para poder comer del cordero sacrificado. Ninguno que no haya sido circuncidado en la carne podrá comer del cordero.
Si hacemos ahora un paralelismo entre el cordero de Pesaj y el Mesías podremos llegar a la siguiente conclusión: Como ningún incircunciso podrá participar del cordero de Pesaj, así ninguno que no haya sido circuncidado en su corazón podrá participar del Cordero del Todopoderoso. Como los que no participan del cordero de Pesaj, pudiendo hacerlo, son cortados de su pueblo, así todos los que no participan del Cordero del Todopoderoso perderán su salvación y el derecho de ser parte del pueblo elegido en el mundo venidero.
Que en Eterno nos dé espíritu de revelación para ver todos los detalles de Pesaj.
Bendiciones,
Ketriel