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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


BeShalaj 16-1

Cuando envió

Éxodo 13:17 – 14:8

Y yo endureceré el corazón de Faraón, y él los perseguirá; y yo seré glorificado por medio de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR. Y así lo hicieron. 

(Éx. 14:4 LBLA)

¿Para qué el Eterno nos mete en grandes problemas?

Cuando los hijos de Israel habían salido de Egipto el faraón les había dado el permiso de celebrar fiesta y luego volver. Pero eso no era suficiente para Eterno. Él quiso liberar al pueblo de la autoridad del faraón, matándole en el mar. Cuando el faraón fuese muerto, ya no habría dueño sobre sus almas esclavizadas. Así que el plan del Eterno no era solamente dejar que los hijos de Israel se fueran al desierto para celebrar fiesta y luego volver a la esclavitud, sino crear una base jurídicamente justa para que pudieran ser libres del faraón para siempre. En el caso de no morir el faraón, los hijos de Israel serían infieles a su dueño a la hora de escapar. Por la muerte del faraón se crearía una libertad completa.

Además, el Eterno tenía en mente destruir todo el ejército del faraón que había hecho tanto daño a los hijos de Israel, y eligió hacerlo mediante un milagro impresionante, dividir el mar y dejar que se hundieran para siempre. Esa sería una manifestación tremenda de su poder salvador y él quiso que los hijos de Israel vieran este milagro enorme.

Y para que se pudiera producir este milagro tan grande, el Eterno tenía que fortalecer el corazón del faraón y de sus siervos para que salieran tras los hijos de Israel al desierto. De esta manera el Eterno estaba detrás de lo que para los hijos de Israel parecía un desastre. ¿Por qué el eterno metió a los hijos de Israel en este gran problema? Para mostrar su gran poder. Cuanto mayor sea el problema mayor milagro se producirá si andamos con el Eterno obedeciendo sus mandamientos.

Esto nos enseña que el Eterno puede crear situaciones límite para mostrar sus milagros. Cuando estamos en una situación semejante no debemos desesperar sino creer en las promesas que tenemos del cielo y entonces veremos cosas maravillosas.

No te desesperes si el enemigo viene contra ti con toda su fuerza. No te desalientes cuando el mar está delante de ti y el enemigo detrás. No desfallezca tu corazón cuando todo parece imposible. Levanta tus ojos y confía en El que te ha dado promesas más preciosas que el oro y actúa según sus indicaciones. ¡Levanta tu mano y atraviesa el mar!

          Shavua tov – buena semana,

          Ketriel