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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Ki Tisá 21-5

Cuando levantes

Éxodo 34:1-9

 

Prepárate, pues, para la mañana, y sube temprano al monte Sinaí, y allí preséntate a mí en la cumbre del monte. 

(Éx. 34:2 LBLA)

 

¿Cuándo hay que presentarse ante el Eterno?

Moshé y el pueblo tuvieron una segunda oportunidad. El Eterno escuchó la intercesión de Moshé por su pueblo y le dijo que labrara dos tablas de piedra como las anteriores que había quebrado. Qué bueno es el Eterno que a veces nos da una segunda oportunidad.

Moshé tenía que prepararse y presentarse ante el Eterno en la mañana con el fin de contemplar toda su hermosura por las espaldas. El Eterno no tiene cuerpo porque es espíritu, pero puede manifestarse a los ojos de los hombres como si tuviera un cuerpo. De esa manera Moshé pudo ver al Eterno por “las espaldas” lo que significa que no podría ver toda su gloria y hermosura. Ningún hombre es capaz de hacerlo y vivir.

Ahora, este texto nos puede servir para animarnos a levantarnos cada mañana y presentarnos ante el Eterno. Uno que ama al Eterno ante todas las cosas le pone como el primero en su vida en todo, incluso por la mañana. Si desayunamos antes de presentarnos ante el Eterno, estamos dando un mensaje al cielo que nuestro cuerpo es más importante que el Eterno en nuestras vidas. Primero hay que presentarse ante el Eterno y después se puede desayunar. El que siempre pone al Eterno como el primero en todo tiene las prioridades correctas y podrá ver su hermosura.

Muchas bendiciones,

Ketriel