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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Metsorá 28-7

El que tiene tsaráat

Levítico 15:29-33

Así mantendréis a los hijos de Israel separados de sus impurezas, para que no mueran en sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos. 

(Lev. 15:31 LBLA)

¿Hay diferentes tipos de impureza?

Hay tres tipos de impureza, moral, ritual y física. La impureza ritual es la que en primer lugar que afecta la relación con el tabernáculo. Aunque podamos encontrar alguna que otra relación entre estos tres tipos de impureza es importante separarlas para no confundirnos.

Las leyes que hablan de separarse de las impurezas por causa del tabernáculo tratan de la impureza ritual. Esto quiere decir que la prohibición para los hijos de Israel de comer animales impuros no está relacionada con la higiene. No es porque las carnes impuras tengan ingredientes dañinas para la salud que el Eterno las prohíbe para su nación sacerdotal. Puede que esas carnes sí tengan ingredientes dañinas para la salud, pero esa no es la razón por la que se prohíben. Tampoco es porque el flujo de los aparatos reproductores sea peligroso para la salud que la Torá establece sus regulaciones, sino porque ese flujo produce impureza ritual.

Los hijos de Israel tenían que separarse de la impureza ritual para no peligrar sus vidas por causa de la presencia del tabernáculo que estaba entre ellos.

Nuestro Maestro no habla de la impureza ritual sino de la impureza moral en su discurso sobre la comida en Marcos 7:15-23 donde está escrito: “Ninguna cosa hay fuera del hombre  que entrando en él lo pueda contaminar, sino lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. El que tenga oídos para oír, entienda. Entrando Yeshúa en la casa, apartado de la multitud, sus discípulos le preguntaron acerca de esa parábola. Y Él les respondió: ¿De modo que también ustedes son lentos de entendimiento? ¿No comprenden que nada de lo que de fuera entra en el hombre lo puede contaminar? Porque no entra en su corazón, sino en su estómago, y es expulsado mediante la evacuación que limpia todo el alimento. Lo que sale del hombre, esto es lo que contamina al hombre, porque de adentro, del corazón de los hombres, provienen los malos pensamientos, el adulterio, la fornicación, el robo, el homicidio, la codicia, la maldad, el engaño, la lascivia, el ojo envidioso, la blasfemia, la vanagloria y la insensatez. Todas estas maldades provienen de adentro y contaminan al hombre.” (Peshitta)

Que el Eterno nos ayude a entender la diferencia entre estas tres formas de impureza.

Shabat shalom,

Ketriel