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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


BeMidbar 34-6

En el desierto de

Números 3:40-51

Toma a los levitas en lugar de todos los primogénitos entre los hijos de Israel, y el ganado de los levitas. Los levitas serán míos; yo soy el SEÑOR.

 (Núm. 3:45 LBLA)

¿Por qué el Eterno quiere a los primogénitos?

Abel ofreció los primogénitos de sus ovejas al Eterno porque de esa manera le pudo dar lo mejor, lo que más apreciaba al ser lo primero que nació. De esa manera mostró de manera concreta su aprecio al Eterno y el Eterno miró con agrado a Abel y a su ofrenda (Gén. 4:4).

Cuando los primogénitos de todo Egipto fueron heridos por el ángel durante la noche de Pesaj el Eterno consagró a los primogénitos de Israel para ser suyos de una manera especial.

El varón primogénito nace para oficiar como sacerdote y jefe de la familia y ser el representante de su padre. Por lo tanto la primogenitura implica una gran responsabilidad y también ciertos derechos mayores que el resto de los hermanos. Los primogénitos representan todos los hermanos y por eso está escrito que el Eterno hirió a Egipto en sus primogénitos (Sal. 136:10).

Antes del pecado con el becerro de oro todos los primogénitos de Israel eran sacerdotes (Éx. 19:22) pero los levitas fueron luego tomados en su lugar. Así que la tarea de los levitas era la que correspondería a los primogénitos de todas las tribus en el caso de que no hubieran pecado.

Ahora, cuando el pueblo de Israel fue llamado a ser la exclusiva posesión del Eterno entre todos los pueblos, esto implicaba también la tarea de ser un reino sacerdotal (Ex. 19:5-6). Así que, todo el pueblo fue llamado a ser sacerdotes en relación con las demás naciones. Pero dentro del pueblo también hubo una separación entre los sacerdotes y el resto del pueblo. Al principio los primogénitos y luego los levitas, y especialmente los hijos de Aharón, fueron apartados dentro del pueblo para ser sacerdotes en relación con el resto del pueblo. Israel es un pueblo sacerdotal para las demás naciones y la tribu de Leví es la tribu sacerdotal para las demás tribus.

¿Por qué el Eterno quiere que los primogénitos le sean más exclusivos que el resto? Porque no sólo representan la familia sino son el primer fruto del vientre de una mujer y el primer fruto siempre pertenece al Eterno, porque él es el primero en todo. Al entregarle lo primero, todo lo demás queda consagrado. Cuando los sacerdotes levitas se entregan al Eterno, el resto del pueblo es consagrado, y cuando el pueblo de Israel se consagra, el resto de las naciones son consagradas.

Por eso no es una ofensa para los demás cuando el Eterno escoja a un grupo para estar más cerca de él. Es su manera de bendecir a todos. Cuando el sacerdote es bendecido, la bendición pasa al resto del pueblo.

Cuando el Sumo Sacerdote celestial fue resucitado de entre los muertos, la vida eterna fue accesible para todos.

Entrega al Eterno lo primero que recibes, siempre, y el resto de tus cosas quedarán consagradas.

Kol tuv,

Ketriel