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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


BeHaalotjá 36-2

Cuando hagas subir

Números 8:15-26

Y he dado a los levitas como un don a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para cumplir el ministerio de los hijos de Israel en la tienda de reunión y para hacer expiación en favor de los hijos de Israel, para que no haya plaga entre los hijos de Israel al acercarse al santuario. 

(Núm. 8:19 LBLA)

¿Cómo son vistos los líderes en el Reino de los Cielos?

Los líderes que han sido puestos por HaShem constituyen dones a los demás creyentes. En este caso los levitas son dones del Eterno a sus superiores, los sacerdotes. Los líderes que el Mesías Yeshúa pone en su congregación son dones, como está escrito en Efesios 4:7-12: “Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don del Mesías. Por tanto, dice: CUANDO ASCENDIÓ A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UNA HUESTE DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES. (Esta expresión: Ascendió, ¿qué significa, sino que él también había descendido a las profundidades de la tierra? El que descendió es también el mismo que ascendió mucho más arriba de todos los cielos, para poder llenarlo todo.) Y él dio a algunos el ser emisarios, a otros profetas, a otros anunciadores de buenas nuevas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías” (LBLA revisada)

Este texto habla de los cinco dones ministeriales que el Mesías entrega a los hombres. Cada uno de ellos representa una parte del ministerio total del Mesías, v 7. Ninguno de los líderes tiene todo el ministerio de Mashíaj, sólo una parte. Pero juntos forman a Mashíaj como dones ministeriales. Cada ministerio es un don, dado al pueblo, y cada uno de estos dones tiene una parte del ministerio del Mesías, según la gracia que haya recibido. Yeshúa tiene todo, pero ninguno de nosotros tiene lo mismo, sino solamente una parte de él.

Los dones ministeriales son dados para perfeccionar a los santos para que ellos hagan la obra del ministerio para la edificación del cuerpo del Mesías. Observe que los santos son los que hacen la obra, dirigidos y perfeccionados por los cinco dones ministeriales.

Los dones ministeriales son dados al pueblo, pero ninguno de ellos podrá ejercer su función si no es recibido y aceptado por el pueblo. Así funciona todo liderazgo, el Eterno da y el pueblo reconoce, el Eterno pone y el pueblo se somete.

En el Reino de los Cielos no existe la dictadura y los líderes no pueden obligar a nadie a obedecer o someterse. Pero aunque el sometimiento sea voluntario las consecuencias de la rebeldía contra los dones ministeriales son graves, con falta de dirección y bendición la cual produce un mal funcionamiento del cuerpo.

Que el Eterno, por medio de su Mesías, escoja, levante, consagre y entregue buenos líderes a la congregación del Mesías y que derrame de su gracia para que el pueblo pueda recibirlos y someterse a ellos, para que el cuerpo del Mesías sea edificado, perfeccionado y completamente limpiado antes de su venida en gloria.

Bendiciones,

Ketriel