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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Shelaj Lejá 37-7

Envía para ti

Números 15:27-41

Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul. Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del SEÑOR, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido, para que os acordéis de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.

(Núm. 15:38-41 LBLA)

¿Para qué sirven los flecos?

Los flecos que los varones judíos ponen en sus ropas de cuatro puntas sirven para  recordar el compromiso que tienen con el Eterno y sus mandamientos. Cuando los ojos desean desviarse e ir tras la impureza, los flecos allí están para recordar que el judío es santo y eso le ayuda a evitar el pecado. Los flecos también son un recordatorio de la salida de Egipto lo cual significa que los hijos de Israel ya no son esclavos, ni siquiera de los deseos de sus ojos y así podrán superar los malos instintos con la ayuda del Eterno. El deseo de ser moralmente puro tiene que ver con la certeza que el Eterno es mi Elokim y que yo vivo para él, soy santo.

Los judíos que viven en una santidad real, no ficticia, serán los maestros futuros de los gentiles que los buscarán con afán al ver como el Todopoderoso está con ellos en todos los aspectos, también de manera sobrenatural. Llegará el momento en la historia, y no está lejos, cuando diez varones de las naciones asirán de los bordes de un judío – donde están los cuatro flecos – y pedirán ayuda para caminar con él, como está escrito en Zacarías 8:23: “Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: 'Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'"” (LBLA)

¿Qué desearán estos varones? Caminar con el judío. ¿Por qué? Porque han oído que Elokim está con los judíos. Ya no quieren intentar de caminar separados de los judíos siguiendo sus propias interpretaciones de las Escrituras, separadas del origen hebreo y de la instrucción oral. Al agarrar aquellos fleco están reconociendo que la Torá fue dada al judío y que el judío es el que tiene la autoridad para enseñar la Torá a las naciones.

Además están reconociendo que el Eterno está con los judíos que cumplen los mandamientos y llevan tsitsitציצת  – flecos. El judío recibió la Torá escrita y la torá oral. Por eso es el único que es capaz de enseñar al no judío cómo debe ser cumplida correctamente de manera que también él pueda caminar con Elokim.

Caminar con el judío que camina con el Todopoderoso es algo muy práctico. Tiene que ver con mandamientos concretos y una conducta disciplinada en toda la vida. Esto no significa que el no judío tendrá que cumplir todos los mandamientos de la Torá, sino que está dispuesto a ser enseñado por el judío acerca de cuáles son los mandamientos que son para él y cómo hay que cumplirlos.

La disciplina basada en el temor del Cielo es una de las condiciones para que lo sobrenatural pueda estar presente de manera constante. El judío que sabe cumplir los mandamientos correctamente conoce a su Elokim (Dios) y Elokim está con él. Esa presencia divina es atractiva y es la que finalmente podrá ayudar a los de las naciones a caminar bien.

Shabat shalom,

Ketriel