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Jukat 39-7 El estatuto de Números 21:21 – 22:1 Después partieron los hijos de Israel y acamparon en las llanuras de Moab, al otro lado del Jordán, frente a Jericó. (Núm. 22:1 LBLA) ¿Para qué hay que partir? La raíz de la palabra hebrea que ha sido traducida como “partieron” es nasá – נסע. El significado principal de esta palabra es sacar. Viene de la práctica de sacar las estacas de las tiendas a la hora de partir. Este término también significa viajar y así es como se utiliza en el hebreo moderno. Los hijos de Israel tuvieron que hacer muchos viajes para poder entrar en la tierra prometida. A veces la nube los llevó por una dirección totalmente contraria al destino. Para poder llegar a la meta es necesario siempre estar dispuesto a moverse de un lugar a otro. Una de las cosas más trágicas en la vida de una persona es cuando para en una etapa del camino sin haber llegado al destino. Cada vez que el Eterno quiere llevarnos de un lugar a otro tenemos que estar dispuestos a levantar las estacas de nuestras tiendas y levantarnos a nosotros mismos para entrar en nuevas dimensiones y nuevas experiencias en el camino al cumplimiento de las promesas. El que quiere parar y quedarse cómodo en un lugar o sistema de pensamientos corre el riesgo de no llegar al destino divino para su vida. En cada nuevo viaje que uno emprende en la vida siempre deja algo atrás. Es el precio para poder avanzar. Para poder caminar con el Eterno hay que estar dispuesto a dejar cosas atrás y extenderse hacia las cosas que están por delante. Querido escogido y apartado de entre las naciones, estate siempre dispuesto a partir, levantar las estacas y ponerte en marcha para algo nuevo. No te acomodes en ningún lugar donde estés. No pienses que no necesitas aprender más. No pienses que tienes toda la luz de las Escrituras que necesitas. Avanza hacia la meta sin lamentarte por lo que queda atrás. Lo que hay por delante vale mucho más que lo que dejaste atrás. Shabat shalom, Ketriel |