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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


VaYerá 4-5

Y se apareció

Génesis 21:5-21

Abraham respondió: –Dije para mí: “Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer”

(Gén. 20:11 RV1995)

¿Cuál es el mejor freno contra el pecado?

 

El rey Avimelej (Abimelec) había tomado a Sará por mujer porque Avraham había dicho que ella era su hermana. Avraham sabía que si sólo faltaba un ingrediente importante en el alma de esas personas, él correría el riesgo de ser asesinado por causa de su mujer tan hermosa. Ese ingrediente era el temor del Altísimo.

En el texto hebreo está escrito: rak ein yirat Elokim ba makom haze רק אין יראת אלקים במקום הזה  - “sólo no hay temor del Todopoderoso en este lugar”. Sólo una cosa era necesaria para que la sociedad no se entregara al pecado ilimitado – temor del Cielo.

El temor del cielo es el mejor freno contra el pecado en el ser humano. Donde no hay temor del cielo el pecado puede correr libremente y multiplicarse.

En Éxodo 20:20 está escrito: “Y respondió Moisés al pueblo: No temáis, porque Dios ha venido para poneros a prueba, y para que su temor permanezca en vosotros, y para que no pequéis.” (LBLA) Y en Jeremías 32:40 está escrito: “Haré con ellos un pacto eterno, por el que no me apartaré de ellos, para hacerles bien, e infundiré mi temor en sus corazones para que no se aparten de mí.” (LBLA) Y en Deuteronomio 10:12-13 está escrito: “Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?” (LBLA)

El Eterno intervino en la situación crítica hablando al rey filisteo en un sueño de noche diciendo que si no devolvía a la mujer de Avraham moriría él y todo su pueblo. Esto causó mucho temor en él y en sus hombres.

El que entiende que el Todopoderoso, que está en el cielo, todo lo puede, todo lo ve y todo lo juzga, cobra conciencia de que si no se comporta correctamente, estará en peligro de muerte y destrucción.

El que no sabe que “la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad” (Rom. 1:18 LBLA) y el que no sabe que “Dios es un juez justo, un Dios que en todo tiempo manifiesta su enojo.” (Sal. 7:11 NVI) no cuida sus pensamientos, no frena su lengua y no retiene su mano de hacer el mal. El que sabe que “no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (Heb. 4:13 LBLA) tiene temor de pecar. El que sabe que hay consecuencias graves por el pecado, se cuida.

Cuando los hombres de Gerar supieron que el Eterno estaba vigilando todo y reprendió la conducta del rey, aunque había actuado con inocencia, confiando en la media verdad que Avraham y Sará le habían dicho, tuvieron mucho temor. Un hecho aparentemente inocente contra uno de los ungidos profetas del Eterno causó la esterilidad de todo su pueblo y el riesgo de morir antes de tiempo.

En el Salmo 147:11 está escrito: “El SEÑOR favorece a los que le temen, a los que esperan en su misericordia.”

Sirvamos al Eterno con temor y temblor,

Ketriel