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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Balak 40-7

Devastador

Números 24:15 – 25:9

Así Israel se unió a Baal de Peor, y se encendió la ira del SEÑOR contra Israel. Y el SEÑOR dijo a Moisés: Toma a todos los jefes del pueblo y ejecútalos delante del SEÑOR a plena luz del día, para que se aparte de Israel la ardiente ira del SEÑOR. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Cada uno de vosotros mate a aquellos de los suyos que se han unido a Baal de Peor. 

(Núm. 25:3-5 LBLA)

¿Por qué hay pena de muerte pública para ciertos pecados?

La idolatría que el pueblo estaba practicando encendió la ira del Eterno contra su pueblo de manera que una plaga empezó a exterminarlos. Maimónides destaca el hecho de que todas las veces que la Torá menciona que la ira del Eterno se encendió contra su pueblo era por causa de la idolatría.

El Eterno ordenó a Moshé actuar de manera radical para aplacar su ira. Es interesante ver que por un lado la ira del Eterno se enciende contra su pueblo y por el otro lado él instruye a Moshé cómo apartar esa ira. Esto nos enseña que el Eterno actúa con una justicia estricta juntamente con una misericordia extendida. El pueblo no merecía ser salvado de esta plaga, pero por la misericordia del Eterno hubo una manera de hacerlo. Sin embargo esa manera era bien radical. Se trata de ejecutar en público a los pecadores no solamente para apartar la ira del Eterno de su pueblo sino para enseñar al pueblo la gravedad de este pecado para que tema y no vuelva a cometer lo mismo.

¿Qué fue lo que el Eterno mandó que Moshé rabenu hiciera? Hay dos maneras de entender este texto. La primera es la que presenta Rashí que enseña que Moshé tenía que convocar a los tribunales para que juzgaran y condenaran a muerte a todos los que se habían entregado a la fornicación idolátrica.

La otra explicación es que HaShem mandó ejecutar a los jefes del pueblo que adoraban a Baal de Peor delante de todos para que todos vieran la gravedad del pecado. Los líderes que se entregan al pecado son los primeros que tienen que ser juzgados, no el pueblo. Si un líder comete un pecado en público debe ser juzgado en público para que el pueblo aprenda a temer las consecuencias del pecado y temer al Eterno.

En todo caso, el pecado de fornicación y de idolatría trajo graves consecuencias sobre el pueblo y el 4% de la población contada murió, uno de cada 25.

Por esto hay dos amonestaciones fuertes en las Escrituras Mesiánicas de huir de estos dos pecados muy graves. En 1 Corintios 6:18a está escrito: “Huid de la fornicación.” (LBLA) Y en 1 Corintios 10:14 está escrito: “Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.” (LBLA)

Que el Eterno, que es bueno, ponga temor en nuestros corazones para que no pequemos contra él y seamos malos ejemplos para el pueblo santo.

Shabat shalom,

Ketriel