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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Ekev 46-3

Consecuencia

Deuteronomio 9:4-29

No digas en tu corazón.. "Por mi justicia… No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra… Comprende, pues, que no es por tu justicia.. eres un pueblo de dura cerviz. Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al SEÑOR tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes contra el SEÑOR. Hasta en Horeb provocasteis a ira al SEÑOR, y el SEÑOR se enojó tanto contra vosotros que estuvo a punto de destruiros…

… provocasteis a ira al SEÑOR… entonces os rebelasteis contra la orden del SEÑOR vuestro Dios; no le creísteis, ni escuchasteis su voz. Vosotros habéis sido rebeldes al SEÑOR desde el día en que os conocí.

(Deut. 9:4a, 5a, 6, 7, 8, 22b, 23b, 24 LBLA)

¿Por qué tanta reprensión?

¿Cómo es posible que Moshé rabenu siga diciendo otra y otra vez que el pueblo es rebelde? ¿No debería sólo haberles animado a vivir una vida justa en lugar de reprimirles por los pecados pasados?

Es cierto que en la mayoría de las palabras que Moshé hablaba al pueblo que tanto amaba, hay palabras de ánimo, aliento y fe. Pero en esta ocasión Moshé insta al pueblo tres veces a no destacar su justicia y les dice que tienen que recordar su rebeldía. ¿No sería mejor olvidarse de los pecados del pasado y fijarse en lo bueno que uno hace?

La razón por la que Moshé rabenu reprende al pueblo de esta manera es para que no vuelvan a cometer pecados semejantes. El que no se arrepiente pensando que no ha hecho nada malo, seguirá haciendo lo malo. Por eso es necesario que una persona que no ve su pecado o no entiende la gravedad de su pecado sea consciente de lo que ha hecho para que se avergüence y tome la decisión de nunca más hacer algo semejante. Moshé supo por su ojo profético que muchos del pueblo no habían entendido las implicaciones de su pecado y no lo estaba tomando demasiado en serio. Esta es la razón por la que Moshé le reprende tanto.

En el fondo toda esta reprensión sale de un amor profundísimo y un deseo de ayudar al pueblo a andar bien.

Es lamentable que muchos que no han tenido el mismo sentir que Moshé hayan utilizado sus palabras para expresar su desprecio contra el pueblo judío y para justificar su rechazo contra ellos. Pero aunque digan lo mismo que Moshé rabenu, el motivo y la actitud detrás de sus palabras son opuestos a los del gran Profeta. No es lo mismo decir: “Es un pueblo rebelde” desde dentro con amor y preocupación, que decir: “Es un pueblo rebelde” desde fuera con desprecio y rechazo.

Nunca uses las palabras de Moshé para señalar y acusar al pueblo judío. Deja la crítica contra los rabinos y sus escritos. El no judío que desprecia las leyes rabínicas está influenciado por un espíritu antijudío. El judío que no se quiere somete a las leyes de los rabinos es rebelde.

Cuando reprendas a alguien, asegúrate de que lo único que deseas es que esa persona sea bendecida y prosperada. Nunca recuerdes a una persona arrepentida sus pecados pasados. Recordar a alguien los pecados de su pasado sólo se puede hacer cuando hay una plena seguridad de que la persona no se haya arrepentido.

Si te has arrepentido, no dejes que el recuerdo de los pecados de tu pasado te hagan dudar del perdón y la justificación que hay en el Mesías Yeshúa. Al mismo tiempo no debes nunca olvidar lo que has hecho para entender cuánta misericordia el Eterno ha tenido de ti. Si no fuera por el perdón y la misericordia estaríamos todos perdidos y destruidos por la justa ira del Eterno.

¡Bendito sea el Eterno por su gran perdón en el Mesías Yeshúa!

Ketriel