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Shoftim 48-5 Jueces Deuteronomio 18:14 – 19:13 Un profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará el SEÑOR tu Dios; a él oiréis… Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos, y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. (Deut. 18:15, 18 LBLA) ¿En qué se parecen Moshé y Yeshúa? Los muchos profetas que han surgido en Israel han cumplido funciones importantes. Todos ellos han cumplido parte de esta profecía, pero ninguno ha estado a la par de Moshé. Por lo tanto tiene que haber uno que se asemeja a Moshé en muchas áreas de su vida, para que haya un cumplimiento pleno de esta escritura. Hay mucha similitud entre Yeshúa y Moshé, desde su nacimiento hasta su muerte. La vida y ministerio de Moshé constituye una sombra profética de Yeshúa. Vamos a ver algunas cosas de la vida de Moshé que se asemejan a la de Yeshúa: 1) Moshé fue rechazado por su propio pueblo cuando vino la primera vez. En Éxodo 2:14a está escrito: “¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?” Esta fue la primera vez que Moshé intentó llegar al corazón de sus hermanos. Pero no le reconocieron. En esto encontramos un evento profético que habla de lo que iba a pasar con el Yeshúa en su primera venida a su pueblo (Juan 1:11). Tristemente la mayoría del pueblo de Israel no le recibió cuando vino, y él fue rechazado por los líderes y jueces de la nación judía, que eran los suyos. Por esto él les fue quitado durante mucho tiempo para luego ser presentado otra vez con poder, igual que Moshé. 2) Moshé volvió a Israel después de mucho tiempo. En Éxodo 2:23a está escrito: “Y aconteció que pasado mucho tiempo...” Aunque Moshé estuvo lejos de su pueblo durante mucho tiempo, su corazón estaba con ellos. Después de cuarenta años Moshé fue enviado de vuelta a Egipto para enfrentar al Faraón y sacar a los hijos de Israel de su poder. De la misma manera Yeshúa va a volver, después de mucho tiempo, a Israel con la autoridad de HaShem para liberar definitivamente a los hijos de Israel de la opresión del sistema del Nuevo Orden Mundial. 3) Moshé fue enviado para liberar al pueblo de la esclavitud bajo el Faraón en Egipto. En Éxodo 3:10b está escrito: “Para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.” El Faraón simboliza al satán. Egipto simboliza el mundo, y la esclavitud de nuestros padres simboliza la esclavitud de los seres humanos bajo el poder del pecado que mora en ellos. Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel del poder del Faraón, así Yeshúa vino para liberarnos del poder del satán. Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la tierra de Egipto, así Yeshúa vino para liberar a los hijos de Avraham del sistema de este mundo. Como Moshé fue enviado para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud, así Yeshúa vino para liberarnos de la esclavitud del pecado, como está escrito en la carta a los Romanos 6:5-7: “Porque si hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue colgado en un madero con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado.” 4) Moshé hizo milagros extraordinarios. En Éxodo 4:5a está escrito: “Por esto creerán que se te ha aparecido HaShem...” Moshé fue enviado para hacer milagros extraordinarios. No hemos visto ningún hombre en la tierra, hasta venir Yeshúa, que haya podido hacer milagros tan grandes como los que hizo Moshé. No cabe duda de que los milagros hechos por Yeshúa, documentados en los cuatro libros llamados Evangelios, constituyen una evidencia de que él es el cumplimiento de la promesa de un profeta como Moshé, con la autoridad del Padre para hacer toda clase de milagros extraordinarios, entre ellos abrir los ojos de los ciegos, limpiar a los leprosos, restaurar a los paralíticos, expulsar a los demonios y levantar a los muertos. En Juan 15:24 está escrito: “Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.” Como Moshé fue enviado a hacer milagros extraordinarios para enfrentar al maligno y liberar al pueblo, así Yeshúa vino con todo el poder del cielo para destruir las obras del satán y liberar al pueblo de Israel y al mundo entero, de las consecuencias de la esclavitud del pecado. Hay muchas más áreas de la vida de Moshé que son paralelas con Yeshúa, pero vamos a parar aquí recordando las palabras de Juan 5:39, 46 que dicen: “Examináis las Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí... Porque si creyerais a Moshé, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.” ¡Bendito sea el Eterno por haber cumplido su promesa en Yeshúa! Ketriel |