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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Ki Tetsé 49-1

Cuando salgas

Deuteronomio 21:10-21

También se quitará el vestido de su cautiverio, permanecerá en tu casa y llorará por su padre y por su madre por todo un mes; después de eso podrás llegarte a ella y ser su marido, y ella será tu mujer. 

(Deut. 21:13 LBLA)

¿Por qué esperar todo un mes?

Una persona inmadura no sabe esperar. Los niños no entienden la palabra después, ellos lo quieren todo ahora mismo. La Torá fue dada para forjar el carácter del pueblo Israelita a ser maduro. Una cosas importante en cuanto a un carácter aprobado es el dominio propio. Es el fruto del Espíritu promovido por la Torá. El hecho de tener que esperar y no disfrutar de los placeres de manera inmediata es bueno para el desarrollo de la madurez. Si los niños reciben todo sin tener que esperar tendrán problemas en el futuro porque hay muchas cosas en la vida que no son accesibles a corto plazo sino a largo plazo. El que sabe esperar y aguantar la presión de los deseos inmediatos es una persona madura y puede llegar muy alto en la escala de responsabilidad y espiritualidad.

El soldado que se enamora de una prisionera de guerra no tiene el derecho a entrar en una relación íntima con ella sin haber pasado por un tiempo de prueba de un mes. La Torá no le permite seguir sus impulsos inmediatos porque podrán crear problemas importantes más adelante.

El impulso del soldado tiene que ser sometido a las normas de la Torá. Él tiene que dejarla llorar durante un mes en su casa para que la vea de cerca y la conozca bien antes de casarse con ella. Tendrá que aprender a no ser dirigido por sus impulsos inmediatos y esperar todo un mes hasta poder allegarse a ella. ¡Prohibido tocarla antes del casamiento!

El que da rienda suelta a su deseo sexual es una bestia y no un hombre. Los hombres fuertes son los que saben dominar su mente y sus emociones y canalizarlos dentro de los parámetros establecidos por la Torá.

Una persona esclava de sus impulsos es inconstante, infiel y peligrosa. Una persona que sobrepone los principios divinos sobre sus emociones será constante, fiel y amorosa. Una sociedad cuyos ciudadanos no han aprendido el dominio propio de sus padres se vuelve pobre, corrupta y violenta. Una sociedad dirigida por los principios de la Torá se vuelve rica, libre y segura.

Estudia la Torá todos los días y aprende a dominar tus deseos. No compres las cosas nada más verlas. No sigas detrás de tus ojos ni detrás de tus emociones. Sé constante, fiel y cumple con tus deberes ante el Eterno y ante los hombres. Piensa bien antes de tomar la decisión de casarte. El matrimonio es para toda la vida.

Shavua tov,

Ketriel



 

 

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