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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Ki Tetsé 49-4

Cuando salgas

Deuteronomio 23:7(8) – 23(24)

Cuando salgas como ejército contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala. Si hay en medio de ti un hombre inmundo a causa de una emisión nocturna, debe salir fuera del campamento; no volverá a entrar al campamento. Pero al llegar la tarde se bañará con agua, y cuando se ponga el sol, podrá entrar de nuevo al campamento. Tendrás también un lugar fuera del campamento y saldrás allí; y tendrás entre tus herramientas una pala, y cuando te sientes allá fuera, cavarás con ella, y te darás vuelta para cubrir tu excremento. Porque el SEÑOR tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para derrotar a tus enemigos de delante de ti, por tanto, tu campamento debe ser santo; y El no debe ver nada indecente en medio de ti, no sea que se aparte de ti.

(Deut. 23:9-14 LBLA)

¿Puede la santidad ser decisiva para el desenlace de una guerra?

Este texto trata con una situación específica en tiempos de guerra. La Shejináשכינה, la presencia del Eterno – tiene que estar en el ejército de Israel para que pueda vencer sobre sus enemigos. Las guerras de Israel dependen de la presencia Divina. Para que esta Shejiná pueda manifestarse, el ejército tiene que vivir en un nivel alto de santidad, lo cual incluye la pureza ritual y también física. La Torá dice aquí que la impureza ritual causada por el derramamiento seminal y los excrementos dentro del campamento es una cosa mala.

Para que HaShem pueda liberarnos de los peligros, tenemos que vivir vidas intachables, no alcanzables para satán. La santidad es la mejor defensa que tenemos. La maldad abre brecha en la defensa espiritual que rodea a los justos. Por lo tanto, cuando hay luchas en nuestras vidas, tenemos que cuidarnos de una manera especial para que el enemigo no tenga motivos para acusarnos y dañarnos. Si permitimos el mal entre nosotros no vamos a poder vencer en los enfrentamientos con nuestros enemigos, ni los visibles ni los invisibles, como está escrito en Efesios 6:12: “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.

Vivamos de manera limpia y pura ante el Eterno siempre para así ganar todas las batallas.

Bendiciones,

Ketriel