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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Jayei Sará 5-7

Las vidas de Sará

Génesis 25:12-18

 

Y estos son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados por el orden de su nacimiento: el primogénito de Ismael, Nebaiot, después, Cedar, Adbeel, Mibsam, Misma, Duma, Massa, Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema. Estos son los hijos de Ismael, y éstos sus nombres, por sus aldeas y por sus campamentos, doce príncipes según sus tribus.

(Gén. 25:13-16 LBLA)

 

¿Cuál será el grito final de Yishmael?

Yishmael fue bendecido de tal manera que doce príncipes, cada uno con una tribu, salieron de sus lomos. Esto confirma la promesa dada a Avraham y Hagar sobre su futuro, como está escrito en Génesis 17:20: “Y en cuanto a Ismael, te he oído; he aquí, yo lo bendeciré y lo haré fecundo y lo multiplicaré en gran manera. Engendrará a doce príncipes y haré de él una gran nación.” y Génesis 21:13: “Y también del hijo de la sierva haré una nación, por ser tu descendiente.” y Génesis 21:18: “Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una gran nación.” (LBLA)

Tres veces el Eterno prometió que iba a hacer de Yishmael una gran nación, y en el texto que nos ocupa vemos que el Eterno es fiel para cumplir su promesa.

La bendición sobre Yishmael no implica solamente la multiplicación de sus descendientes para que sean muchos y prósperos en el mundo, sino también una dimensión espiritual. Esa bendición está reservada de una manera especial para los últimos tiempos cuando el Islam sea quebrado.

El nombre Yishmael, que fue dado por el Eterno a este hijo de Avraham, significa “el Poderoso escuchará”. La voz de la aflicción de Hagar fue escuchada por el Eterno y precisamente por eso el niño recibió el nombre Yishmael (16:11). Luego el Eterno escuchó la voz del joven cuando estaba llorando al estar a punto de morir (21:17).

Yishmael sabe gritar. Sus descendientes, los árabes, gritan mucho. El Eterno le ha capacitado para gritar. El nombre Yishmael encierra una profecía sobre su fin; él gritará y el Poderoso escuchará su grito. Primero será un grito de ayuda, como aquella vez cuando estaba a punto de morir, porque muchos males vendrán sobre los países árabes en los últimos tiempos, como está escrito en Daniel 11:40-44: “Y al tiempo del fin, el rey del sur (Egipto) se enfrentará con él, y el rey del norte (Siria) lo atacará con carros, jinetes y con numerosas naves; entrará en sus tierras, las invadirá y pasará. También entrará a la Tierra Hermosa, y muchos países caerán; mas éstos serán librados de su mano: Edom, Moab y lo más selecto de los hijos de Amón (la actual Jordania). Y extenderá su mano contra otros países, y la tierra de Egipto no escapará. Se apoderará de los tesoros ocultos de oro y plata y de todas las cosas preciosas de Egipto. Libios y etíopes seguirán sus pasos. Pero rumores del oriente y del norte lo turbarán, y saldrá con gran furor para destruir y aniquilar a muchos.” (LBLA)

Los países árabes, y especialmente Egipto, tendrán muchos sufrimientos por las guerras que vendrán al tiempo del fin. Esto producirá un grito muy grande entre ellos. Pero el grito irá cambiando y se producirá un grito muy distinto en la boca de Yishmael. En lugar de gritar con odio contra su hermano Yitsjak y echarle la culpa por todo lo que le pasa a él mismo, o gritar por el sufrimiento de las guerras que está viviendo, empezará a clamar al Cielo – no al falso dios del islam – sino al Poderoso de Israel. Y entonces Él escuchará y responderá, como está escrito en Isaías 19:22: “Y el SEÑOR herirá a Egipto; herirá pero sanará; y ellos volverán al SEÑOR, y El les responderá y los sanará” (LBLA)

Después de haber recibido esa maravillosa sanidad del Elokim de los judíos, los hijos de Yishmael elevarán otro tipo de grito, como está escrito en Isaías 42:11-12: “Levanten la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar (el segundo hijos de Yishmael). Canten de júbilo los habitantes de Sela, desde las cimas de los montes griten de alegría. Den gloria al SEÑOR, y proclamen en las costas su alabanza.” (LBLA)

El último grito de Yishmael será un grito de alabanza al Eterno, el Elokim de Israel, que no ha puesto su Nombre en Meca sino en Yerushalayim. Y a Yerushalayim vendrán los hijos de Yishmael en un futuro no muy lejano a ofrecer sacrificios en el tercer templo, como está escrito en Isaías 60:7: “Todos los rebaños de Cedar (el segundo hijos de Yishmael) serán reunidos para ti (Yerushalayim), los carneros de Nebaiot (el primogénito de Yishmael) estarán a tu servicio; subirán como ofrenda agradable sobre mi altar, y yo glorificaré la casa de mi gloria.” (LBLA)

De esta manera se cumplirá el propósito del nombre Yishmael en sus descendientes. El Poderoso los escuchará y les hará un gran pueblo que traerá mucha bendición material y espiritual a toda la tierra. ¡Que ese día llegue pronto y en nuestros días, amén!

          Shabat shalom,

          Ketriel