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Ki Tavó 50-4 Cuando vengas Deuteronomio 27:1-10 Y sucederá que el día que paséis el Jordán a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, levantarás para ti piedras grandes, y las blanquearás con cal, y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado, para entrar en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, una tierra que mana leche y miel, tal como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te prometió. Y sucederá que cuando pases el Jordán, levantarás estas piedras en el monte Ebal, como yo te ordeno hoy, y las blanquearás con cal… Escribirás claramente en las piedras todas las palabras de esta ley. (Deut. 27:2-4, 8 LBLA) ¿Por qué escribir sobre cal? Dos veces el Eterno manda a los hijos de Israel levantar piedras en la tierra prometida y blanquearlas con cal y escribir sobre ellas de forma bien clara todas las palabras de la Torá. No voy a entrar en los diferentes comentarios sobre cómo y dónde esas piedras fueron erigidas. Sólo quiero fijarme en la palabra hebrea que ha sido traducida como cal – sid, שיד. La cal, o el yeso, fue utilizada para cubrir las piedras con el fin de poder escribir sobre ellas de manera rápida y fácil. Escribir sobre yeso es muchísimo más fácil y rápido que sobre la piedra. Sin embargo surgen varias preguntas: ¿Por qué tenían que escribir sobre un material que no tenía tanta resistencia como la piedra y así las letras de la Torá se borrarían con el tiempo? Por qué el Eterno no quiso que escribieran sobre las piedras directamente? Una respuesta puede ser que no tendrían tiempo para escribir sobre piedra, pero no creo que esa sea una razón suficientemente válida. ¿Cómo no tendrían tiempo para una cosa tan importante? Es obvio que el Eterno no quiso que escribieran sobre piedra sino que el pueblo aprendiera a copiar el texto fielmente de copista a copista y guardar de manera oral la tradición de su interpretación. Es interesante notar que la tradición oral enseña que escribieron no solamente en hebreo sino también en los 70 idiomas de todas las naciones originales. Esto nos enseña que la corriente principal del judaísmo está interesada en que la Torá salga a todas las naciones y por eso no está bien prohibir a los hijos de Noaj estudiar la Torá. Lo que se debe hacer es enseñarles el significado de los mandamientos para ellos y para los hijos de Israel para que aprendan a temer al Eterno y entender el papel del pueblo escogido y valorar su trabajo ante el Eterno. Si la Torá fue traducida y escrita sobre las grandes piedras en las 70 lenguas, entonces las siete naciones que vivían en la tierra de Kenáan tenían la oportunidad de conocer los motivos de su expulsión. Además todas las demás naciones podían haber enviado escribas a estas piedras para hacer una copia de la Torá para saber lo que el Eterno había hecho y dicho y así aprender acerca de los mandamientos que son para los hijos de Israel y los que son para toda la humanidad. Otra razón importante por la que creo que tenían que escribir la Torá sobre las piedras es que la tierra conquistada tenía que ser sujetada a las palabras de la Torá. La Torá fue escrita para ser vivida en la Tierra de la promesa y al escribirla sobre los elementos naturales de la tierra hubo una proclamación en los cielos y en la tierra de que ahora es la Torá del Eterno que rige en este país. Además, poco a poco las lluvias y el viento tomarían las palabras de la Torá para que fueran absorbidas por el agua e introducidas en la tierra y esparcidas por el viento a los cuarto confines del mundo. De esta manera la cal serviría como elemento para difundir las palabras de la Torá por todo el mundo. La palabra sid – שיד, cal – contiene las mismas letras que shadai –שדי – que es uno de los nombres del Eterno y significa el Todosuficiente o Todopoderoso. Así la cal serviría para proclamar la Suficiencia y el Poder del Eterno sobre la Tierra de Israel y el mundo entero mediante las palabras de la Torá que rigen sobre todo el mundo. ¡Bendito sea el Eterno por su Torá que ha sido dada a todo el mundo! Ketriel |