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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Nitsavim 51-1

Estáis de pie

Deuteronomio 29:10-12 (9-11 heb.)

Vosotros todos estáis hoy delante del SEÑOR vuestro Dios; vuestros príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros alcaldes, todos los varones de Israel, vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua; para que entres en el pacto del SEÑOR tu Dios, y en su juramento, que el SEÑOR tu Dios concierta hoy contigo

(Deut. 29:10-12 SSE)

¿Por qué los niños vienen antes de las mujeres?

En esta renovación del pacto de Sinaí en las llanuras de Moav no hubo relámpagos ni temblores ni voces fuertes. Por lo tanto, la decisión para entrar en este pacto fue más libre que en Sinaí. Allí sentían una amenaza fuerte pero aquí tenían que tomar una decisión por propia voluntad.

La Torá hace aquí una lista de los que tenían la responsabilidad de tomar la decisión para entrar en la renovación del pacto. Los más distinguidos son mencionados primero y los menos distinguidos al final.

Lo que me llama la atención es que los niños son mencionados antes que las mujeres. ¿Por qué? ¿No son las mujeres las que instruyen y apoyan a sus hijos para que sean fieles al Eterno guardando sus mandamientos? ¿No dice la Torá que los niños tienen que honrar a sus madres? ¿Cómo es que ahora ella pone a los hijos como más distinguidos que las mujeres?

Como hemos dicho antes, cuando la Torá hace este tipo de distinciones entre grupos de personas no se trata de que algunos tengan más valor como seres humanos que otros. Todos tienen el mismo valor, pero no todos tienen el mismo papel.

Pero ¿no es un madre más distinguida que su hijo que ha parido y criado? Claro que sí lo es y especialmente porque ha hecho una obra tan maravillosa como madre. Pero en este texto nos encontramos en una situación muy específica donde todo el pueblo nativo junto con todos los conversos están de pie delante del Eterno para tomar la decisión de entrar en el pacto para renovarlo. En ese contexto los hijos varones que son menores de veinte años tienen mayor responsabilidad que sus madres para tomar esa decisión.

En este Texto la Torá pone sobre los dirigentes del pueblo la mayor responsabilidad para cumplir con las obligaciones ante el Eterno. Luego vienen los varones inclusive los niños varones, y luego vienen las mujeres y después los conversos y los siervos.

Los varones fueron creados para servir como sacerdotes y sus mujeres han sido creadas para ser ayuda idónea para que ellos puedan cumplir bien esa tarea delante del Eterno. El varón tiene más responsabilidad que la mujer, pero el varón necesita a la mujer para poder cumplir su tarea delante del Eterno.

Las mujeres que entienden bien su papel de ayudar a los hombres en su responsabilidad no solamente son importantes sino necesarias para que haya equilibrio en la familia y la sociedad. Así que este texto no discrimina a la mujer, sólo levanta al hombre y lo coloca en el lugar de su mayor responsabilidad ante el Eterno de cumplir con el pacto.

Cuando cada uno encuentra su lugar ante el Eterno también encuentra paz en su alma.

Shauva tov,

Ketriel



 

 

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