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VaYelej 52-7 Y caminó Deuteronomio 31:25-30 Porque conozco vuestra rebelión y vuestra obstinación; he aquí, estando yo hoy todavía vivo con vosotros, habéis sido rebeldes contra el SEÑOR; ¿cuánto más lo seréis después de mi muerte? (Deut. 31:27 LBLA) ¿Conoces la primera regla de interpretación? En este versículo hay un ejemplo de lo que llegó a ser la primera regla de interpretación de la Torá llamada kal va-jómer – קל וחומר, “simple y complejo” o “ligero y pesado”. Esta regla extrae de un argumento simple otro argumento con mayor peso. Moshé dijo que a pesar de que él estaba presente en el pueblo ellos habían sido rebeldes y obstinados. De este hecho se deduce con kal va-jómer que cuando Moshé no estará presente tendrán más razón para ser rebeldes y obstinados. Este tipo de deducción lógica es muy común en toda la Escritura. La regla de kal va-jómer se podría expresar de la siguiente manera: Sí A es así en relación con B, entonces lo será mucho más (o menos) en relación con C. Vamos a ver algunos ejemplos de cómo se ha utilizado este tipo de argumentación en las Escrituras: “Pero sus siervos se le acercaron y le hablaron, diciendo: Padre mío, si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna gran cosa, ¿no la hubieras hecho? ¡Cuánto más cuando te dice: "Lávate, y quedarás limpio"!” (2 Rey. 5:13 LBLA) “El Seol y el Abadón están delante del SEÑOR, ¡cuánto más los corazones de los hombres!” (Prov. 15:11 LBLA) “Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo, pues, vas a competir con los caballos?” (Jer. 12:5a LBLA) “Si cuando estaba intacta, no se utilizaba para nada, ¡cuánto menos, cuando la haya consumido el fuego y esté quemada, se podrá hacer aún algo de ella!” (Eze. 15:5 LBLA) “Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado.” (2 Crón. 6:18 LBLA) “Ahora pues, no dejéis que Ezequías os engañe y os extravíe en esta forma, y no creáis en él, porque ningún dios de ninguna nación ni reino pudo librar a su pueblo de mi mano ni de la mano de mis padres. ¡Mucho menos os librará de mi mano vuestro Dios!” (2 Crón. 32:15 LBLA) Nuestro gran Maestro Yeshúa muchas veces usaba el principio de kal va-jómer en sus discursos. He aquí unos ejemplos: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?” (Mat. 6:26 LBLA) “Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Luc. 11:13 LBLA) “Y El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le echa mano y la saca? Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo.” (Mat. 12:11-12 LBLA) “Por tanto, si no habéis sido fieles en el uso de las riquezas injustas, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? Y si no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro?” (Luc. 16:11-12 LBLA) Las cartas de Pablo contienen muchísimos argumentos extraídos de la regla de kal va-jomer. He aquí algunos ejemplos: “Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Rom. 5:10 LBLA) “Y si su transgresión es riqueza para el mundo, y su fracaso es riqueza para los gentiles, ¡cuánto más será su plenitud!.. Porque si el excluirlos a ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?.. Porque si tú fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo silvestre, y contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?” (Rom. 11:12, 15, 24 LBLA) “¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¡Cuánto más asuntos de esta vida!” (1 Cor. 6:3 LBLA) “Si otros tienen este derecho sobre vosotros, ¿no lo tenemos aún más nosotros?” (1 Cor. 9:12a LBLA) La carta a los Hebreos también contiene varios casos de kal va-jómer: “Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,¿cuánto más la sangre del Ungido, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?” (Heb. 9:13-14 LBLA revisada) “Mirad que no rechacéis al que habla. Porque si aquéllos no escaparon cuando rechazaron al que les amonestó sobre la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos de aquel que nos amonesta desde el cielo.” (Heb. 12:25 LBLA) Aprende a utilizar esta regla en tu vida y te será muy útil para sacar conclusiones correctas. Por ejemplo: Si el hombre necesita comer y beber todos los días para mantener su cuerpo sano, ¿cuánto más necesitará orar y leer las Escrituras todos los días para mantener su vida espiritual en orden? Si no te entregaste al Eterno cuando estabas en problemas, ¿cuánto menos lo harás cuando tengas prosperidad en este mundo? Si cuidas tu mente de pensar mal de alguien, ¿cuánto más vas a cuidar tu lengua para no hablar mal? Si no enseñaste a tu hijo la obediencia en sus primeros tres años de vida ¿cómo crees que te va a obedecer ahora que está en la adolescencia? Si no paras bien en shabat, ¿cómo crees que vas a tener fuerzas para el resto de la semana? Si tenías una vida espiritual rica antes de celebrar las fiestas del Eterno ¿cuánto más rica lo será ahora que las celebras? ¡Shabat shalom! Ketriel |