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Haazinu 53-3 Escuchad Deuteronomio 32:13-18 Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y comió el producto del campo; le hizo gustar miel de la peña, y aceite del pedernal (Deut. 32:13 LBLA) ¿Quién puede cabalgar sobre las alturas de la tierra? La frase “cabalgar sobre las alturas de la tierra” también se encuentra en el profeta Isaías como una promesa de bendición en relación al shabat. En Isaías 58:13-14 está escrito: “Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en el SEÑOR, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca del SEÑOR ha hablado.” (LBLA) De esto podemos deducir que cuando el pueblo de Israel guarda el shabat son bendecidos y tienen el derecho de vivir en la tierra de la promesa. La ilustración de cabalgar sobre las alturas de la tierra también puede ser entendida de manera alegórica en relación con experiencias espirituales maravillosas en las alturas. El profeta Eliyahu es un ejemplo de eso como vemos en 2 Reyes 2:11: “Y aconteció que mientras ellos iban andando y hablando, he aquí, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino.” (LBLA) El que guarda el shabat, judío o noajita (hijo de Noaj), no sólo será bendecido de manera física sino también espiritual, puesto que en la creación el Eterno bendijo el shabat y lo santificó para todos los hombres (Gén. 2:3). El shabat fue hecho para el hombre, no sólo para el judío (Mar. 2:27). En Sinaí el Eterno elevó el shabat para el pueblo de la circuncisión y lo puso como una señal del pacto (Éx. 31:13-17), pero esto no excluye a los noajitas del derecho de beneficiarse de las grandes bendiciones que están escondidas en ese día. En Isaías 56:6-7 está escrito: “Y a los extranjeros que se alleguen al SEÑOR para servirle, y para amar el nombre del SEÑOR, para ser sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo, y se mantienen firmes en mi pacto, yo los traeré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.” (LBLA) A primera vista parece ser que este texto sólo está hablando de los conversos de entre las naciones que abrazan el pacto de la circuncisión y se hacen judíos. Pero la última parte nos revela que también incluye a todos los pueblos. Como hemos dicho antes, el Eterno no desea que todos los pueblos entren en el pacto de la circuncisión puesto que no fueron creados para ello. El hecho de separar la nación santa del resto de las naciones no significa que las naciones no puedan ser beneficiadas de las bendiciones que están en los pactos hechos con Israel, todo lo contrario. Las bendiciones de los pactos son dadas a Israel para beneficiar a las naciones. Guarda el shabat y podrás cabalgar sobre las alturas de la tierra. Bendiciones, Ketriel |