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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Haazinu 53-6

Escuchad

Deuteronomio 32:40-43

Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque El vengará la sangre de sus siervos; traerá venganza sobre sus adversarios, y hará expiación por su tierra y su pueblo. 

(Deut. 32:43 LBLA)

¿Cuál es el resultado de la destrucción de los enemigos de Israel en los últimos tiempos?

El texto hebreo de este versículo es ambiguo. Literalmente está escrito: הרנינו גוים עמו, harninu goyim amó, ”Gritad naciones su pueblo”, lo cual ha dado lugar a diferentes traducciones, algunas dicen que las naciones alabarán al pueblo del Eterno y otras dicen que las naciones se regocijarán con ellos.

Una nota de este versículo de la versión Reina Valera 1995 dice lo siguiente: “Un antiguo ms. hebreo y la versión griega (LXX) ofrecen un texto más extenso de este v.: ¡Alégrense, cielos, con él! ¡Adórenle todos los dioses (o los hijos de Dios)! ¡Alégrense, naciones, con su pueblo, y que todos los mensajeros de Dios se fortalezcan para él! Él vengará la muerte de sus hijos, tomará venganza de sus enemigos. Dará su merecido a los que lo aborrecen, el Señor perdonará a la tierra de su pueblo.

En la carta a los Romanos 15:8-10 está escrito: “Pues os digo que el Mesías se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia; como está escrito: POR TANTO, TE CONFESARE ENTRE LOS GENTILES, Y A TU NOMBRE CANTARE. Y vuelve a decir: REGOCIJAOS, GENTILES, CON SU PUEBLO.” (LBLA revisada)

Esto nos enseña que por medio de la primera venida del Mesías los gentiles ya pueden beneficiarse de la salvación eterna que ha llegado al pueblo judío y regocijarse juntamente con aquellos judíos que han experimentado esa salvación junto con el poder de la resurrección de los muertos por medio del derramamiento del Espíritu del Eterno a todos los que creen en Yeshúa.

También nos enseña que cuando venga el Mesías y destruya a todos los enemigos que se habrán levantado en la última guerra contra el estado de Israel no sólo el pueblo judío se regocijará sobremanera sino también todas las demás naciones.

Cuando los antisemitas y los antisionistas finalmente sean eliminados de la tierra, habrá gran gozo y paz para todos los habitantes del mundo, como está escrito en Proverbios 11:10: “Con el bien de los justos, se regocija la ciudad, y cuando perecen los impíos, hay gritos de alegría.”

Kol tuv,

Ketriel