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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Toldot 6-3

Generaciones

Génesis 26:13-22

Y el hombre se enriqueció, y siguió engrandeciéndose hasta que llegó a ser muy poderoso.

(Gén. 26:13 LBLA)

¿Cómo conseguir, aguantar y mantener tanta riqueza?

La Torá dice que nuestro padre Avraham era un hombre muy rico en ganado, oro, plata, siervos y siervas (13:2; 24:35). La riqueza material fue uno de los resultados de la bendición divina. La pobreza no es una bendición. La escasez es el resultado de la maldición. La bendición del Eterno libera de la pobreza.

Ahora, Avraham era muy rico, y al final entregó toda su riqueza a Yitsjak (25:5). Yitsjak fue bendecido después de la muerte de su padre y siguió enriqueciéndose hasta llegar a ser tan poderoso que los filisteos le tenían envidia y le expulsaron de su tierra. ¡Cuánta riqueza tenía entonces Yitsjak! ¿Cómo es posible que el Eterno podía confiarle tanta riqueza si el amor al dinero es la raíz de todos los males? (1 Tim. 6:10)

Es obvio que Yitsjak tenía tal carácter que podía ser un buen administrador de las riquezas materiales, de manera que el Eterno no tenía ningún problema para enriquecerle de esa manera. Yitsjak aguantaba la vida de ricos porque era confiable.

Una de las condiciones para poder aguantar tanta riqueza era que no amaba el dinero. Amaba al Eterno antes que todo. El que ama el dinero no puede ser un buen administrador de muchas riquezas.

Otra condición era que no puso su confianza en las riquezas sino el Él que daba las riquezas. El que confía en sus bienes no puede ser un buen administrador de muchas riquezas.

Otra condición que hizo que Yitsjak podía aguantar tanta riqueza era su manera de tratar a su prójimo. En este texto vemos que los filisteos le tenían envidia por ser tan rico. Y en lugar de defenderse y luchar contra ellos y usar su poder para aplastar a los que le hacían la vida difícil, se alejó de ellos humildemente. Aunque él había cavado los pozos, los filisteos dijeron que el agua era de ellos. Yitsjak podía haber utilizado su poder para enfrentarles y por la fuerza coger el agua de los pozos que había cavado. Incluso podía haberlos enfrentado con una guerra para expulsarlos de la tierra. Pero no lo hizo sino se retiró de allí y buscó una solución en otro lugar. ¡Qué carácter más noble tenía nuestro padre Yitsjak!

El agua es una condición para la existencia de toda vida que hay en la tierra. El pozo representa la oración en nuestra vida espiritual. Para poder ser rico para con el Eterno hay que saber sacar agua de los pozos. Si no hay agua uno muere y si no hay pozos hay que esforzarse y cavar hasta encontrar agua. Otra vez vemos la importancia de esforzarse en la oración para llegar a las profundidades espirituales y encontrar agua. Si no encuentras agua espiritual te mueres, y si no puedes mantener los pozos que te dan agua te mueres. No te des por vencido hasta encontrar agua. Esfuérzate, toma tiempo, busca, cava y muévete de un lugar a otro hasta encontrar agua que satisfaga tu sed espiritual. Es la única manera de prosperar espiritualmente.

Los filisteos representan todos los enemigos que tenemos que quieren obstruir nuestra vida de oración. Si los enemigos han cerrado algún pozo en tu vida, vuelve a cavar allí. No permitas que tus pozos sean obstruidos. Mantén siempre viva tu relación íntima con el Eterno. Así conseguirás, aguantarás y mantendrás tanto la riqueza espiritual como la material.

Que el Eterno nos ayude a siempre poder tener agua limpia abundante para que nuestra vida pueda ser muy poderosa para Su gloria,

          Ketriel