Parashá 42 Matot Números 30:1 (30:2) – 32:42 Aliyás de la Torá (cuando Matot es leída por separado):
Haftará: Jeremías 1:1 – 2:3 Aliyás de la Torá (cuando Matot es leído junto con Masei):
Haftará (cuando Matot es leído junto con Masei): Jeremías 2:4 – 2:28; 3:4 Matot Matot significa “tribus”. Primera aliyá, 30:1-16 (2-17 heb.) 30:1(2) “Entonces Moshé habló a los jefes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que HaShem ha ordenado.” (LBLA revisada) – En esta parashá hay una porción grande que habla de la importancia de cumplir las promesas. La Torá destaca a los jefes en relación con el cumplimiento de las promesas. Esto nos enseña en primer lugar que un jefe tiene mucha más responsabilidad para cumplir sus promesas que el resto del pueblo, porque él representa a HaShem ante el pueblo. Si un jefe no cumple con sus promesas, el pueblo tendrá una imagen equivocada del Eterno que le ha puesto como Su representante. También significa que una sociedad tiene que ser fundada sobre fidelidad, especialmente entre los líderes. Un líder político que da promesas en una campaña electoral y luego, al ser elegido, no cumple sus promesas, profana el nombre de HaShem. El no cumplir las promesas en algo grave. Tiene que ver con el honor de HaShem. Este principio también es válido para los padres de una familia. Al dar una promesa a los hijos es muy importante cumplirla para que los hijos conozcan la fidelidad de HaShem a través del ejemplo de los padres. La imagen que los padres proyectan sobre sus hijos es la que los hijos aplican sobre el Eterno. Los hijos piensan que HaShem es como sus padres. Por esto es muy importante que los padres cumplan sus promesas a los hijos y no cambien su palabra. Si alguna vez es necesario cambiar la palabra dada a los hijos hay que pedirles perdón para que ellos entiendan que ese comportamiento no es correcto y así no van a pensar que HaShem quiebra sus promesas. Este texto también implica que un hombre es responsable para cumplir su palabra ante las autoridades y que, en ciertos momentos, las autoridades tienen la posibilidad de anular las promesas que hayan sido hechas por los israelitas. 30:2(3) “Si un hombre hace un voto a HaShem, o hace un juramento para imponer una prohibición sobre su persona, no faltará a su palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca.” (LBLA revisada) – Aquí hay dos tipos de promesas, voto y juramento. La palabra hebrea que ha sido traducida como “voto” es neder[1] que significa “promesa”, “voto”, “algo prometido”, y tiene que ver con una restricción sobre un objeto, por ejemplo de dar cierto objeto o animal en ofrenda o de no beber vino. La palabra hebrea que ha sido traducida como “juramento” es shevuá[2], y tiene que ver con una restricción de la persona misma de no hacer cierta actividad permitida, por ejemplo no dormir una noche. Como este texto viene después de las leyes sobre sacrificios, se interpreta que la persona que hace una promesa de sacrificio está obligada a cumplirla en la siguiente fiesta señalada cuando visite el templo, cf. 29:39. El que promete sacrificar un animal específico señalado, diciendo por ejemplo: “este mismo animal lo voy a sacrificar a HaShem”, hade un neder. Pero el que promete hacer un tipo de sacrificio con cualquier animal, diciendo por ejemplo: “voy a hacer una ofrenda de ascensión”, hace una shevuá. Rabí Bejai menciona tres momentos recomendables para hacer promesas:
En Deuteronomio 23:21-23 está escrito: “Cuando hagas un voto a HaShem tu Dios, no tardarás en pagarlo, porque HaShem tu Dios ciertamente te lo reclamará, y sería pecado en ti. Sin embargo, si te abstienes de hacer un voto, no sería pecado en ti. Lo que salga de tus labios, cuidarás de cumplirlo, tal como voluntariamente has hecho voto a HaShem tu Dios, lo cual has prometido con tu boca.” (LBLA revisada) En 1 Samuel 1:11 está escrito: “E hizo voto y dijo: Oh HaShem de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré a HaShem por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza.” (LBLA revisada) En el Salmo 22:25 está escrito: “De ti viene mi alabanza en la gran congregación; mis votos cumpliré delante de los que le temen.” (LBLA) En el Salmo 116:17-18 está escrito: “Te ofreceré sacrificio de acción de gracias, e invocaré el nombre de HaShem. A HaShem cumpliré mis votos, sí, en presencia de todo su pueblo” (LBLA revisada) En Jonás 2:9 está escrito: “mas yo con voz de acción de gracias te ofreceré sacrificios. Lo que prometí, pagaré. La salvación es de HaShem” (LBLA revisada) “no faltará a su palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca” – La palabra hebrea que ha sido traducida como “faltará” es yajel que viene de jalal[3] que significa “perforar”, “herir”, “disolver”, “profanar”. La Torá destaca la importancia en cuanto al cumplimiento de una promesa. Es interesante ver la conexión entre perforar, o herir, y el hecho de no cumplir una promesa. El que no cumple su palabra causa una herida, una perforación, en la imagen de HaShem. Si el hombre no cumple su palabra causa una herida en su función de reflejar el carácter de HaShem, porque el Eterno no puede quebrantar su palabra y el hombre fue creado a su imagen. En Eclesiastés 5:1-7 está escrito: “Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal. No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras. Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las muchas palabras. Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque Él no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo. Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas. No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme a Dios.” (LBLA revisada) HaShem toma en cuenta nuestras palabras mucho más de lo que pensamos. “Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas.” Tenemos que honrar las palabras que salen de nuestras bocas, como el Eterno honra Su Palabra, como está escrito en el Salmo 138:2: “Me postraré hacia tu santo templo, y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre.” (LBLA) HaShem se ha atado a sí mismo con la Palabra que salió de su boca. De la misma manera nosotros nos atamos con nuestras propias palabras. Y en el caso de no cumplirlas estaríamos pecando. Este pasaje de la Escritura nos enseña acerca del principio de autoridad y subordinación:
30:3(4) “Asimismo, si una mujer hace un voto a HaShem, y se impone una obligación en su juventud estando en casa de su padre” (LBLA revisada) – La palabra hebrea que ha sido traducida como “juventud” es neurim[4] que significa “adolescencia”. Una mujer tiene tres etapas, menor (en hebreo ketaná), adolescente (en hebreo neará) y adulta (en hebreo boguéret). Desde el punto de vista jurídico judío podemos decir lo siguiente: Una mujer que no tiene signos de pubertad, o que no tiene doce años de edad, es una menor. Si ha desarrollado signos de pubertad a los doce años, se convierte en adolescente. A los doce años y medio se convierte en adulta. Según Rashí, este mandamiento no aplica sobre una mujer menor, que no puede hacer votos desde el punto de vista jurídico, ni aplica sobre una adulta, porque entonces no estaría bajo la autoridad de su padre, sino aplica sólo sobre una mujer adolescente. Así que cuando la hija tiene doce años y medio, el padre ya no podrá anular sus promesas. 30:5b, 8b, 12b “HaShem la perdonará” (LBLA revisada) – Por no poder cumplir el voto hay una culpa que necesita ser perdonada. 30:8(9) “Pero si el día en que su marido se entera de ello, se lo prohíbe, entonces él anulará el voto bajo el cual ella está, y la declaración imprudente de sus labios con que se ha comprometido, y HaShem la perdonará.” (LBLA revisada) – Hay dos razones por las cuales el Eterno dio esa autoridad al marido:
30:15(16) “Pero si en verdad él los anula después de haberlos oído, entonces él llevará la culpa de ella.” (LBLA) – Esto significa que el marido asumirá todas las consecuencias que implique la falta del cumplimiento del voto. Tener autoridad implica tener responsabilidad. No hay autoridad sin responsabilidad. Segunda aliyá, 31:1-12 31:2 “Toma venganza completa sobre los midianitas por los hijos de Israel; después serás reunido a tu pueblo.” (LBLA revisada) – La venganza fue contra Midián, no contra Moav. ¿Por qué? Rashí dice que es porque los moabitas actuaron por temor al estar justamente al lado de los hijos de Israel, no como los midianitas que “metieron la nariz” donde no debían. La venganza vino por causa del ataque que Midián había hecho contra las familias israelitas. Las hijas de Midián habían intentado destruir la moral familiar de Israel, para que se engendraran hijos de madres paganas, lo cual incluía el culto a sus dioses. De esa manera, la siguiente generación sería una perversión; como en el tiempo de Ezrá, cuando los hombres judíos se casaron con las mujeres de las otras naciones y tuvieron hijos que hablaban una lengua doble, por la influencia de la cultura extranjera. La siguiente generación de judíos, correría el riesgo de perder toda la fidelidad al pacto, y tuvieron que despedir esas mujeres y esos niños, cf. Esdras 9-10; Nehemías 13:23ss. El caso de la esposa midianita de Moshé, Tsiporá, fue diferente, porque ella había hecho la conversión. Estas mujeres de Midián y de Moav no tenían ningún interés en asumir la fe de Israel, como Tsiporá, sino de destruirla por medio del culto a los dioses paganos. Por eso vino la venganza. 31:3 “Y habló Moshé al pueblo, diciendo: Armad a algunos hombres de entre vosotros para la guerra, a fin de que suban contra Midián para ejecutar la venganza de HaShem en Midián.” (LBLA revisada) – ¿De quién es la venganza? En Deuteronomio 32:35a está escrito: “Mía es la venganza y la retribución” (LBLA). Por lo tanto el hombre no tiene el derecho de vengarse a sí mismo. Si la venganza es sólo de HaShem, ¿cómo puede Israel vengarse de Midián? HaShem delega a Israel la autoridad para ejecutar SU venganza. Israel no tiene el derecho de hacerlo por sí mismo, sino sólo por una orden divina, como está escrito: “Toma venganza”. El mandamiento número 241 que prohíbe vengarse, está escrito en Levítico 19:18a: “No te vengarás” (LBLA) En Romanos 12:17-21 está escrito: “Nunca paguéis a nadie mal por mal. Respetad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira (de Dios), porque escrito está: MÍA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ, dice el Señor. PERO SI TU ENEMIGO TIENE HAMBRE, DALE DE COMER; Y SI TIENE SED, DALE DE BEBER, PORQUE HACIENDO ESTO, CARBONES ENCENDIDOS AMONTONARÁS SOBRE SU CABEZA. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.” (LBLA) El hombre no tiene el derecho de vengarse por sí mismo. Tienes el derecho de defenderte pero no de vengarte. Sólo las autoridades, que son puestas por el Eterno, tienen el derecho de ejecutar Su venganza. Si has sido tratado con injusticia, deja lugar para que HaShem juzgue, directamente o a través de las autoridades que él ha puesto. En Romanos 13:1-6 está escrito: “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo. Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto también pagáis impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto.” (LBLA) HaShem puso la autoridad como “un vengador que castiga al que practica lo malo.” (LBLA revisada) Pero si la autoridad no lo hace, no está cumpliendo con su función. Este principio es válido también entre los padres y sus hijos. Los hijos no tienen el derecho de vengarse entre ellos, pero los padres tienen la obligación de ejecutar la venganza sobre aquel de sus hijos que ha cometido una falta contra su hermano, en el caso de que no haya pedido perdón y arreglado todo. Si los padres dejan que sus hijos se dañen sin ejecutar la justicia, los hijos no aprenderán el principio de que HaShem es un vengador. Muchas películas modernas enseñan al público a apoyar al que ha sido tratado injustamente y que busca venganza contra el que le hizo daño. Esto no es sano. Esas películas enseñan al pueblo a no seguir el mandamiento número 241 que dice que no está permitido vengarse. Ese mandamiento es para todos los hombres, no sólo para los judíos. En Proverbios 20:22 está escrito: “No digas: Yo pagaré mal por mal; espera en HaShem, y Él te salvará.” (LBLA revisada) En Proverbios 24:29 está escrito: “No digas: Como él me ha hecho, así le haré; pagaré al hombre según su obra.” (LBLA) En el Salmo 94:1-3 está escrito: “Oh HaShem, Dios de las venganzas, oh Dios de las venganzas, ¡resplandece! Levántate, Juez de la tierra; da su merecido a los soberbios. ¿Hasta cuándo los impíos, HaShem, hasta cuándo los impíos se regocijarán?” (LBLA revisada) Este Salmo nos enseña a pedir a HaShem que ejecute la venganza en la tierra, como también está escrito en Revelación 6:9-10: “Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido; y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?” (LBLA) En 1 Tesalonicenses 4:6 está escrito acerca del adulterio: “que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es un vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente.” (LBLA) En Hebreos 10:30-31 está escrito: “Pues conocemos al que dijo: MÍA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ. Y otra vez: EL SEÑOR JUZGARÁ A SU PUEBLO. ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!” (LBLA) Israel recibió la delegación de la autoridad de HaShem para ejecutar su venganza contra Midián, y matar a todos. Yeshúa HaMashíaj ha recibido de Dios la autoridad sobre todos los hombres de la tierra, como está escrito en Mateo 28:18: “Y acercándose Yeshúa, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.” (LBLA revisada) Por esto él tiene el derecho y la responsabilidad de ejecutar la venganza de su Padre sobre todos los hombres que no le obedecen, como está escrito en Revelación 19:11-16: “Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él. Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Dios. Y los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.” (LBLA) En 2 Tesalonicenses 1:6-10 está escrito: “Porque después de todo, es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen, y daros alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Yeshúa sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego, dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen las buenas nuevas de nuestro Señor Yeshúa. Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando él venga para ser glorificado en sus santos en aquel día y para ser admirado entre todos los que han creído; porque nuestro testimonio ha sido creído por vosotros.” (LBLA revisad 31:5 “Entonces se prepararon de entre los miles de Israel, mil de cada tribu, doce mil hombres armados para la guerra.” (LBLA) – En las Escrituras el número 12 tiene que ver con gobierno. Así que cuando aparece el número 12,000, siempre en relación con la guerra, tiene que ver con dominio y autoridad, cf. Josué 8:25; Jueces 21:10; 2 Samuel 17:1; 1 Reyes 4:26; 10:26; Salmo 60:1. Los 12,000 de cada tribu, que son mencionados en Revelación 7, son los que van a conquistar el mundo para el reino venidero. La nueva Yerushalayim mide 12,000 estadios en tres direcciones, cf. Revelación 21:16. Esto significa que tendrá dominio total sobre todo el mundo creado. 31:6 “Y Moshé los envió a la guerra, mil de cada tribu, y a Pinjás, hijo del sacerdote Elazar, a la guerra con ellos, con los utensilios sagrados y las trompetas en su mano para la alarma.” (LBLA revisada) – Tuvieron que llevar utensilios sagrados a la guerra. Según Rashí, se trataba del arca y la placa de oro del sumo sacerdote, junto con las trompetas. Esto nos enseña que fue una guerra espiritual. Más adelante vemos como ninguno de los hijos de Israel había muerto en esa guerra, cf. v. 49. Fueron protegidos sobrenaturalmente. 31:8b “También mataron a espada a Bilam, hijo de Beor.” (LBLA revisada) – Bilam recibió parte de la venganza de HaShem por haber dado consejos para hacer pecar a los hijos de Israel. El que causa que otro peque tendrá su castigo. Tercera aliyá, 31:13-24 31:16 “He aquí, éstas fueron la causa de que los hijos de Israel, por el consejo de Bilam, fueran infieles a HaShem en el asunto de Peor, por lo que hubo plaga entre la congregación de HaShem.” (LBLA revisada) – ¿Por qué dice Moshé que las mujeres de Midián habían causado la fornicación en Israel cuando en 25:1 solamente se mencionan las mujeres de Moav? En realidad eran tanto las mujeres moavitas como las midianitas que lo habían hecho. 31:19 “Y vosotros, acampad fuera del campamento por siete días; todo el que haya matado a una persona y todo el que haya tocado a un muerto, purificaos, vosotros y vuestros cautivos, al tercero y al séptimo día.” (LBLA) – Según Rashí, esto significa que no podían entrar en el atrio del tabernáculo durante siete días. Tanto los hijos de Israel como los cautivos tuvieron que pasar por el proceso de purificación con el agua purificadora que se rociaba, cf. capítulo 19. 31:20 “Y purificaréis todo vestido, todo artículo de cuero y toda obra de cabra y todo objeto de madera.” (LBLA) – Cuando los hijos de Israel habían estado en la guerra tenían la necesidad de ser purificados por medio de rociamiento con el agua purificadora, junto con sus ropas y otros objetos que se habían impurificado al estar en contacto con la muerte. El cadáver humano es la fuente principal de impureza ritual, por esto era tan importante purificar a las personas y los utensilios de todo contacto con la muerte, por causa de la presencia del Eterno en el tabernáculo. Según Rashí, toda obra de cabra son aquellas cosas que habían sido hechas a base de los cuernos, las pezuñas y los huesos de las cabras. 31:22-23 “sólo el oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, todo lo que pase por fuego, pasaréis por el fuego y será limpio, pero será purificado con el agua para la impureza. Mas todo lo que no pase por el fuego lo pasaréis por agua.” (LBLA) – También los utensilios de cocina que fueron conquistados de los midianitas necesitaban ser purificados de todo contacto con cadáveres y alimentos no casher. Hay dos elementos que son utilizados para la purificación, agua y fuego. La tierra fue purificada por agua la primera vez, en el diluvio. La segunda vez será purificada por fuego, como está escrito en 2 Pedro 3:6-7: “por lo cual el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado con agua; pero los cielos y la tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.” (LBLA) Por lo tanto hay dos maneras de purificar los utensilios, por medio del fuego y por medio del agua. Aquí se habla sólo de utensilios de metal para la cocina. La Torá no exige la purificación de los utensilios de otros materiales, como madera, vidrio, barro o plástico. Sin embargo, los rabinos establecieron que también sean purificados los utensilios de vidrio antes de ser utilizados en la cocina. Los utensilios de metal que hayan sido utilizados para calentar alimentos, necesitan ser calentados de la misma manera para ser casherizados. Pero los utensilios de metal que no hayan sido utilizados para calentar alimentos no necesitan ser calentados para su casherización, sino sólo purificados por medio del agua. “el agua para la impureza” – Aquí se habla en primer lugar de aquella agua que fue salpicada sobre las personas que habían sido contaminadas por medio de un cadáver. En hebreo se llama mei nidá, “aguas de separación” o “aguas de impureza”. La palabra nidá tiene que ver tanto con el agua de rociamiento como de la impureza de la mujer. Cuando se habla de aguas de nidá se interpreta que también significa que estos objetos tienen que ser sumergidos en ese tipo de agua que una mujer se sumerge después de su menstruación, es decir una mikvé, que contienen mínimo 40 medidas de seá, que, según rabí Aryeh Coffman,[5] corresponden a unos 332 litros. Ver también los comentarios sobre Levítico 12 y 15, en las Parashás 27 (Tazriá) y 28 (Metsorá). En Marcos[6] 7:4 está escrito: “y cuando vuelven de la plaza, no comen a menos de que se hayan sumergido; y hay muchas otras cosas que han recibido para observarlas, como el lavamiento de los vasos, de los cántaros y de las vasijas de cobre.” (LBLA revisada) Esto nos enseña que durante el tiempo del segundo templo existía la costumbre de purificar utensilios de cocina, tanto de metal como de otros materiales, antes de ser usados. En Shulján Aruj[7] está escrito: TEVILÁ DE UTENSILIOS Todo utensilio, de metal o de vidrio (o de Pyrex), destinado a la comida, comprado de un no judío o fabricado por no judíos, requieren tevilá antes de su utilización. La tevilá es la inmersión en un mivké (baño ritual) en vista de su purificación de kedushá que caracteriza al judío. Este mikvé destinado a la tevilá de utensilios debe cumplir con las mismas condiciones que el mikvé en el cual la mujer se purifica después de su período de impureza. Antes de la inmersión, se pronuncia la berajá: Baruj Atá HaShem Elohenu Melej Haolam Asher Kideshanu Bemitsvotav Vetsivanu Al Tevilat Kelim. ("Bendito Tu... que nos consagró por Sus mandamientos y nos ordenó la tevilá de utensilios") Hay que hacer igualmente tevilá de utensilios de loza, de barro o de porcelana, pero sin pronunciar berajá. Utensilios de madera no requieren tevilá. Antes de la tevilá hay que limpiar bien el utensilio y despegar la etiqueta de la firma. Si se compró de un no judío utensilios ya utilizados, la tevilá debe ser precedida de hag'alá y de libún según el caso. CASHERIZACIÓN DE UTENSILIOS Un utensilio de metal en el cual fueron cocinados alimentos no casher puede ser utilizado si se le “casheriza” de antemano. La “casherización” consiste en someterle al procedimiento de hag’alá o de libún, según los casos, con el fin de extraer los zumos de alimentos prohibidos que absorbió. UTENSILIOS DE PESAJ – SU CASHERIZACION Se prohíbe utilizar durante pesaj toda clase de utensilios que se utilizaron durante el año para guisar, freír, hornear, comer o beber en ellos caliente o frío. Por lo tanto, se suele reservar una batería de cocina, vajilla y cubiertos especiales para pesaj. Si no se tiene la posibilidad de disponer de ellos, se puede utilizar para pesaj ciertos utensilios que sirvieron durante todo el año, después de haberlos "casherizado". Existen dos procedimientos de "casherizado" para purificarlos del jamets que absorbieron.
Estos métodos pueden explicarse según el principio: "del mismo modo que el utensilio absorbe de los alimentos, así los expulsa".
Como se efectúa la hag'alá Se limpia primero el utensilio a fondo. Luego se sumerge totalmente, con su mango (también con las tapas) en una caldera de agua hirviendo sobre el fuego.
Clases de utensilios y aparatos
Cuarta aliyá, 31:25-41 31:35 “y de los seres humanos, de las mujeres que no habían conocido varón acostándose con él, fueron en total treinta y dos mil.” (LBLA) – Hubo una gran cantidad de personas supervivientes, 32,000 mujeres que no habían conocido varón. De allí aprendemos que tenía que haber habido una matanza de muchísimos hombres y mujeres, adultos. Quinta aliyá, 31:42-54 31:50 “Por tanto, hemos traído a HaShem, como ofrenda, lo que cada hombre ha hallado: objetos de oro, pulseras, brazaletes, anillos, pendientes y collares, para hacer expiación por nosotros ante HaShem.” (LBLA revisada) – Según el Midrash,[8] los soldados, que eran tsadikim, justos, dieron estos objetos con el fin de obtener expiación porque no habían podido evitar ver a las mujeres midianitas y esto creó pensamientos pecaminosos en ellos, cf. Mateo 5:28. Otra interpretación sería que de esta manera quisieron pedir perdón por no haber obedecido toda la orden de HaShem por medio de Moshé, dejando con vida todas la las mujeres, cf. 31:14. 31:52 “Y el total del oro de la ofrenda que ellos ofrecieron a HaShem, de los capitanes de miles y de los capitanes de cientos, fue de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.” (LBLA revisada) – Los jefes de guerra estaban muy agradecidos porque no había muerto ninguno de los hijos de Israel, y vinieron con una ofrenda de oro y toda clase de objetos labrados. Sólo el oro pesaba aproximadamente 200 kilogramos. La razón por la que el ejército moderno de Israel está perdiendo soldados en la guerra es porque hay mucha desobediencia a la Torá entre ellos y el resto del pueblo de Israel. El nivel alto de moral y pureza ritual que tenían los soldados de Israel durante el tiempo de Moshé y Yehoshúa, les dio una protección especial en tiempos de guerra. Por esa razón no perdieron ni un soldado en las guerras que hicieron según los propósitos del Eterno. Sexta aliyá, 32:1-19 32:4 “la tierra que HaShem conquistó delante de la congregación de Israel es tierra para ganado; y tus siervos tienen ganado.” (LBLA revisada) – Los hijos de Gad y de Rubén dijeron que tenían mucho ganado. Pero no mencionan a sus hijos. En el versículo 16 vemos que el ganado es mencionado antes que los hijos. Parece ser que los niños no fueron tan apreciados por los hijos de Gad y de Reuvén. Ambas tribus habían menguado durante los 38 años en el desierto. Estaban más interesados en sus negocios que su familia. Este es el eterno problema del varón, preocuparse más por su vida laboral que por sus propios hijos. Moshé corrigió esa actitud en el versículo 24 donde está escrito: “Edificaos ciudades para vuestros pequeños, y apriscos para vuestras ovejas...” (LBLA revisada), mencionando a los niños antes que las ovejas. En Génesis 42:37 está escrito: “Entonces Reuvén habló a su padre, diciendo: Puedes dar muerte a mis dos hijos, si no te lo traigo; ponlo bajo mi cuidado, y yo te lo devolveré.” (LBLA revisada) La actitud de Reuvén en cuanto a sus hijos es lamentable. El no valoraba la vida de sus hijos. El valor de una persona supera el valor de los negocios. Una sociedad donde la carrera y el empleo preceden a la educación de los hijos es una sociedad enferma, destinada a hundirse. Una sociedad donde la mujer es forzada a salir a la vida laboral y dejar sus niños a otros es una sociedad que produce criminales. Una sociedad donde las mujeres eligen el aborto antes que perder un puesto de trabajo, es una sociedad que no entiende los principios de prosperidad. Una sociedad donde asesinan una persona para poder robar unos dólares está a punto de ser destruida. En Oseas 6:8 está escrito: “Guilad es ciudad de malhechores, con huellas de sangre.” (LBLA revisada) La zona al oriente del Yardén, donde se establecieron las dos tribus y media, era muy conflictiva, donde la vida humana sufría una devaluación considerable. Por eso necesitaban tres ciudades de refugio para dos tribus y media, en contraste con las tres ciudades de refugio para las nueve y media tribus del otro lado del Yardén. Esto nos enseña que la violencia y el bajo valor del ser humano dominaban el área de las dos tribus y media. Esta área fue la que más sufrió en las guerras contra los enemigos de Israel, y los que vivían allí fueron los primeros en ser llevados al cautiverio por los asirios y los demás pueblos. Es interesante notar que Reuvén, que perdió la primogenitura, no obtuvo su heredad en la tierra de los cananeos, sino al lado oriental del Yardén. 32:5 “Y dijeron: Si hemos hallado gracia ante tus ojos, que se dé esta tierra a tus siervos como posesión; no nos hagas pasar el Yardén.” (LBLA revisada) – Primero dijeron que no querían pasar el Yardén, pero luego, al ser reprendidos por Moshé, cambiaron de opinión y buscaron otro argumento. Vamos a pasar sólo los guerreros delante del ejército y luego regresaremos a nuestras familias, cf. v. 16-19. Cumplieron sus promesas y estuvieron 14 años haciendo la guerra junto con Yehoshúa hasta que toda la tierra fue conquistada. No pudieron regresar a sus familias hasta después de 14 años. No fue una elección buena. Cuando un esposo y una esposa están separados durante un par de años, pierden las emociones el uno por el otro. Los que salen a trabajar en otros países dejando sus familias solas, no están haciendo bien. ¿Cómo se sentían estas esposas cuando tenían que estar sin sus esposos durante 14 largos años? ¿Cómo se sentían los hijos cuando no podían tener a sus papás durante catorce largos años? La familia no tenía un puesto alto en la lista de prioridades de estas tribus. Por esto no podían resistir a sus enemigos más adelante, sino que fueron los primeros en ser destruidos en Israel. Séptima aliyá, 32:20-42 32:25-26 “Y los hijos de Gad y los hijos de Reuvén hablaron a Moshé, diciendo: Tus siervos harán tal como mi señor ordena. Nuestros pequeños, nuestras mujeres, nuestro ganado y nuestros rebaños quedarán allí en las ciudades de Guilad.” (LBLA revisada) – Los hijos de Gad y de Reuvén ahora rectifica su manera de hablar y menciona a los hijos y a las esposas antes que el ganado. Fue una mejor prioridad que antes, cf. v. 16, donde la familia es puesta antes que el negocio, pero no fue la mejor, porque los hijos son mencionados antes que las esposas. Un buen esposo pone a la esposa por encima de los hijos. 32:33 “Y Moshé dio a los hijos de Gad, y a los hijos de Reuvén, y a la media tribu de Menashé, hijo de Yosef, el reino de Sijón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Bashán: la tierra con sus ciudades, con sus territorios, y las ciudades de la tierra circunvecina.” (LBLA revisada) – La media tribu de Menashé no pidió ese terreno, sino que fue ordenado por Moshé. ¿Quién recibió la mayor parte de la tierra? Menashé, la tribu que más había crecido entre los últimos censos. Él tenía un potencial de crecimiento muy grande por la palabra de Yaakov que está escrita en Génesis 48:19: “Mas su padre rehusó y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande. Sin embargo, su hermano menor (Efrayim) será más grande que él, y su descendencia llegará a ser multitud de naciones.” (LBLA revisada) ¿Por qué HaShem dividió una tribu? ¿Para causar división en una tribu de Israel o para mantener la unidad? Creo que esta división de la tribu de Menashé fue una estrategia por parte de HaShem para mantener la unidad del pueblo. De esa manera los hijos de Menashé se fueron de un lado para el otro para visitar a sus familiares y así se mantendrían en contacto. La historia muestra que Israel no sufrió una división este-oeste sino norte-sur. La división del reino no fue por causa de esta distribución de las tribus, sino por otras causas. En esta parashá se encuentran los mandamientos 406 y 407 de los 613:
[1] Strong H5087 neder nêder, neh'-der, nay'-der, From H5087; a promise (to God); also (concretely) a thing promised: - vow ([-ed]). [2] Strong H7621 shebû‛âh, sheb-oo-aw', Feminine passive participle of H7650; properly something sworn, that is, an oath: - curse, oath, X sworn. [3] Strong H2490 châlal, khaw-lal', A primitive root (compare H2470); properly to bore, that is, (by implication) to wound, to dissolve; figuratively to profane (a person, place or thing), to break (one’s word), to begin (as if by an opening-wedge); denominatively (from H2485) to play (the flute): - begin (X men began), defile, X break, defile, X eat (as common things), X first, X gather the grape thereof, X take inheritance, pipe, player on instruments, pollute, (cast as) profane (self), prostitute, slay (slain), sorrow, stain, wound. [4] Strong H5271 nâ‛ûr nâ‛ûr ne‛ûrâh, naw-oor', naw-oor', neh-oo-raw', Properly passive participle from H5288 as denominative; (only in plural collectively or emphatically) youth, the state (juvenility) or the persons (young people): - childhood, youth. [5] La Torá con Rashí, Bemidbar, Editorial Jerusalén de México, página 546, nota 182. [6] Cita de Marcos de El Código Real, El Nuevo Testamento – versión textual hebraica por D.A. Hayyim. [7] Originalmente por r. Yosef Caro. Esta cita viene de la recopilación de las leyes prácticas y sus comentarios hasta los sabios contemporáneos según la tradición sefardí, por r. Abraham M. Hassan. Editado por Fundación “Hasdé Lea” 3ª edición © 1995, páginas 334-335, 179-182. [8] Rokeaj. | |
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